julio 19, 2015

No todo está perdido | Matutina para Mujeres 2015

Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: “No temas, yo te ayudo”. (Isaías 41:13)
“¡La computadora no funciona!” Dejé de hacer mis quehaceres en la cocina y miré a mi esposo. Cuando él me dijo que en el proceso de repararla, todos los archivos de la computadora se perderían, sentí una corriente eléctrica que recorría mi cuerpo. Enmudecí. Mis pensamientos se aterraban con la realidad a la que tendría que enfrentarme.
“¡Todo se perderá!” Las palabras que él estaba pronunciando en tiempo futuro, para mí eran como una declaración presente: ¡Todo está perdido! Me negaba a creer que mis archivos, que contenían clases, sermones, seminarios, direcciones postales y teléfonos, presupuestos y muchas otras cosas, se perderían.
Justo en ese momento, frente a mi esposo, que aún esperaba una reacción o una respuesta de mi parte, pensé en mi hermana. Un día, cuando estaba en el trabajo, recibió una llamada telefónica de que regresara de inmediato a su casa. Salió rápidamente en dirección hacia lo que no sería más su hogar.
 Al llegar, vio cómo el fuego lo devoraba todo. Dependió de manos bondadosas y hogares que compartieran un espacio para su familia. Dios se manifestó a través de muchos corazones generosos, y hoy ella se encuentra disfrutando de un nuevo lugar.
Mi computadora está arreglada. Todos mis archivos pudieron ser recuperados. Nuestra vida, al igual que una casa o una computadora, es muy incierta e inconstante. No siempre estaremos en “lo mejor de lo mejor”. 
Tendremos ocasiones en que nos sentiremos como si estuviésemos en caída libre desde lo más alto. Sin embargo, debemos recordar al ave que, para poder aprender a volar, es tomada por su madre y soltada desde muy alto, y allí, batiendo sus alas, logra remontar el vuelo.
Aun en momentos de tristeza o desesperación podemos ejercitar nuestras alas. Cuando creemos que todo está perdido y que no hay esperanza, debemos recordar las promesas de Dios. Cristo no nos dejará a la deriva, porque “a sus ángeles mandará” que nos guarden en todos nuestros caminos, hasta que un día nos guíen por las calles de oro de la Santa Ciudad.— Raquel Marrero.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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