julio 08, 2015

El que no está conmigo está contra mí | Matutina para Adultos 2015

“El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12:30).
Hay dos declaraciones de Jesús en los evangelios que, a primera vista, parecen contradictorias entre sí: “El que no está conmigo, está contra mí” (Mat. 12:30) y “el que no está contra nosotros, por nosotros está” (Mar. 9:40). ¿Significan ambas lo mismo aunque dicho de distinta manera? ¿Se contradijo el Maestro? ¿Son los dos asertos válidos y verdaderos? Digamos, en primer lugar, que el contexto de ambas es completamente diferente.
 La primera pertenece a las polémicas mantenidas por Jesús con los fariseos, quienes atribuían sus milagros al poder del maligno. Jesús subraya en su respuesta la imposibilidad de pelear contra el demonio siendo súbdito suyo, y después, por analogía, hace una aplicación al discipulado. La segunda se produce en un contexto doméstico. Jesús quiere corregir el concepto equivocado que tenían sobre los criterios de autenticidad del discipulado. En síntesis, lo que Jesús quiso dar a entender con estas aseveraciones es lo siguiente:
 “Dentro de nosotros pero contra nosotros” y “fuera de nosotros pero con nosotros”. El primer episodio habla de identidad, coherencia interna entre los miembros, y el segundo habla de tolerancia, de respeto a las convicciones de los otros.
La identidad conlleva tener conciencia de que pertenecemos a algo. Los signos de una identidad se manifiestan tanto en lo que hacemos y creemos como en lo que rechazamos y negamos. Aplicadas a nuestra iglesia podríamos decir que las omisiones intencionadas de doctrinas fundamentales, las claudicaciones para no ser diferentes, los que alardean de romper tabúes, los iconoclastas, los críticos irresponsables, los que quisieran secularizar las doctrinas, todos estos están contra Cristo; no recogen, solo desparraman. No se puede servir a dos señores, Cristo reclama de la iglesia remanente, compromiso, adhesión plena, lealtad.
Pero también están contra Cristo los que han tergiversado el mensaje adventista, los legalistas pertinaces; los que han hecho de la denuncia y condena de sus propios hermanos, de los líderes de la iglesia y de las instituciones un arma arrojadiza permanente; los que se muestran críticos, independientes, también estos están contra Cristo porque, lejos de edificar la iglesia, la dividen, la polarizan, la debilitan (Mat. 12: 25). “Conmigo o contra mí”. Cristo no nos ha dado otra alternativa.
Es verdad, no podemos pretender la uniformidad, pero sí la unidad en la diversidad. Unidad en lo fundamental, diversidad en lo accesorio.
Pide hoy a Dios que te ayude a estar siempre del lado de Jesús, sirviendo fielmente ahí donde él quiere que estés.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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