Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (Génesis 1:26)
Un fin de semana fuimos muy bendecidos en nuestro hogar con la visita de Alejandra Melchor, una linda joven muy consagrada a Dios, que asiste a una iglesia donde mi esposo había sido pastor. Estaba colportando con un grupo de estudiantes en la zona en que vivimos ahora. Estaba muy emocionada por las lindas experiencias que estaba teniendo.
Una mañana, el director del programa les recordó que, aunque Dios nos creó a su imagen y semejanza, cuanto más lo buscamos y nos entregamos a su servicio, más expuestos nos vemos a situaciones adversas. Esas situaciones revelarán nuestro carácter, y le darán a Dios la oportunidad de pulirlo.
Al comienzo, al ofrecer sus libros a cierta mujer, esta le dijo a gritos que no le hablara de su religión, y no le dio oportunidad de presentar el material. Ella le explicó que las ventas eran para pagar su colegiatura. La mujer no entendió, así que Álex, molesta, le dijo: “¡Que Dios te bendiga!”, y se alejó. En la siguiente calle encontró a un hombre y le comentó el propósito de sus ventas.
Él le dijo que no estaba interesado, pero ella de todos modos le presentó El camino a Cristo y le solicitó una donación. El hombre le dijo que si le iba a rogar, ¡mejor que se colgara en el cuello un cartel y pidiera dinero en la calle! Álex estaba desanimada, su dignidad estaba herida. Pensó que no debería colportar, pues no quería dar una imagen de mendicidad.
Entonces se acordó de lo que Dios hizo con el pueblo de Israel, y decidió cambiar su actitud. ¡Esos libros podían cambiar el destino de muchas personas, porque conocerían a Dios! A pesar de un inicio tan desalentador, Álex tuvo éxito, pues durante ese verano dejó un material iluminador en manos de muchas personas.
Amiga, si enfrentas pruebas y te sientes derrotada por las luchas de la vida, si el desánimo te hace pensar que eres una mendiga y vales poco, recuerda que Jesús te ama, y que es un Dios de segundas oportunidades. Ponte en sus manos ahora, para que te haga princesa, y pídele que te moldee a su imagen y semejanza, como hija del Rey.—Alina Careaga.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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