julio 02, 2015

No nos metas en tentación | Matutina para Adultos 2015

“No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla” (1 Corintios 10:13).
Antes de saber exactamente qué es lo que Cristo quiere decir en esta petición del Padrenuestro, debemos aclarar el significado de dos términos: el verbo eisenegkes, traducido generalmente por “meter”, “inducir”, puede también significar “dejar caer”; y el sustantivo peirasmón, traducido por “tentación”, significa originalmente “prueba”. Así pues, una correcta traducción de la frase sería:
“No nos dejes caer en la prueba”. Esta traducción es acorde con Santiago 1:13: “Cuando alguno es tentado no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal ni él tienta a nadie”. Pero si bien es cierto que Dios no es el agente de nuestras pruebas, nada escapa al control de la voluntad divina.
“No nos dejes caer en la prueba” significa, por consiguiente, que reconocemos la dirección de Dios en nuestras vidas. Elena de White dice: “Aunque la prueba no debe desalentarnos por amarga que sea, hemos de orar que Dios no permita que seamos puestos en situación de ser seducidos por los deseos de nuestros propios corazones malos.
Al elevar la oración que nos enseñó Cristo, nos entregamos a la dirección de Dios y le pedimos que nos guíe por sendas seguras” (El discurso maestro de Jesucristo, p. 100).
Hasta que llegue el reino de Dios, seguimos viviendo en un mundo de tentación y de prueba. En esta petición Dios quiere que no olvidemos la realidad del planeta. Somos tentados por todo lo que ocurre contrario a la voluntad de Dios: por el poder de las tinieblas, de la mentira y de la violencia; por el poder del odio, de la enfermedad y del sufrimiento; somos tentados por el poder de la iniquidad.
Todo ello pone a prueba nuestra fe en la bondad y la soberanía de Dios. Pero también la bonanza, la paz y la tranquilidad pueden convertirse en una tentación peligrosa, no porque nos induzcan a dudar, sino a olvidar a Dios. Sería una victoria del tentador si llegase a instalarnos en un estado en el que no necesitemos velar o combatir contra la tentación.
Con la expresión “no nos metas en tentación” estamos mostrando que podemos tener confianza. Dios está al timón de nuestras vidas y “no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla”.
No cedas hoy a la tentación. Jesús te ayudará.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
Share:

0 comentarios: