julio 26, 2015

El neonatólogo | Matutina para Adultos 2015

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, ya que habéis gustado la bondad del Señor” (1 Pedro 2:2, 3).
Pedro, mi hermano, es pediatra neonatólogo. ¿Cuál es el ámbito de actuación facultativa del neonatólogo? Estos médicos se ocupan del recién nacido durante sus primeros 28 días de vida. Junto al obstetra que atiende a la madre en el parto, reciben al recién nacido, lo reaniman si lo precisa, le hacen un reconocimiento, diagnostican cualquier alteración, enfermedad o malformación congénitas y determinan la terapia a seguir.
Especial mención merece el trabajo de los neonatólogos con los bebés prematuros, es decir, aquellos que han nacido antes de las treinta y siete semanas de gestación y con un peso inferior a los 2.500 gramos. La mortalidad neonatal, que representa más de la mitad del índice de mortalidad infantil, ha decrecido considerablemente gracias a estos especialistas y a los medios tecnológicos hoy a su alcance.
Pero ¿has pensado alguna vez en los neonatólogos espirituales que se ocupan de los recién nacidos en la familia de Dios? Uno de los errores que ha hecho mucho daño a los nuevos conversos y que, en muchos casos, ha producido su muerte espiritual en las primeras semanas de su nuevo nacimiento, ha sido creer que una vez bautizados ya no necesitan la asistencia y cuidados de un pastor.
Pedro y Pablo nos enseñan todo lo contrario. Pedro nos dice que los nuevos en la fe deben tomar “leche espiritual no adulterada” para poder crecer y sobrevivir a los desafíos de la vida cristiana. Además, el apóstol Pablo les recuerda a los creyentes de Corinto: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque aún no erais capaces; ni sois capaces todavía” (1 Cor. 3:1, 2). Ambos eran neonatólogos espirituales.
El seguimiento de los nuevos hermanos nos permite iniciarlos con amor y solicitud en su nueva vida, reanimarlos si lo necesitan, detectar tendencias y costumbres atávicas de su pasado que, con la ayuda del Espíritu Santo y una terapia espiritual adecuada, pueden corregirse a tiempo. 
Puede ser que descubramos su prematuridad, carencias y malformaciones con riesgo de una muerte espiritual y que, con urgencia, podamos someterlos a los cuidados intensivos de una unidad neonatal que siempre debe haber en la iglesia para que se produzca el milagro de su viabilidad para la vida espiritual.
Este día te invito a convertirte en un apoyo para los nuevos creyentes. Dios puede usarte para desarrollar la vida espiritual de los recién convertidos.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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