“Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación” (1 Corintios 14:3).
Desde los orígenes del movimiento adventista, ha habido personajes que se han concentrado en el rechazo y los ataques contra el ministerio profético de Elena de White: Dudley M. Canright, John H. Kellogg, Albion F. Ballenger, Alonzo T. Jones, Ronald L. Numbers y Walter T.
Rea, entre otros. Todos han tratado de desacreditar a Elena de White, negando la revelación e inspiración del Espíritu Santo en sus escritos. Algunos de ellos la han tachado de plagiaria; otros, como Desmond Ford, han dicho que el don de profecía que ella tenía no era idéntico al de los escritores canónicos de la Escritura.
¿Clausuró Jesús el ministerio histórico de los profetas? ¿Qué es y qué no es para los adventistas Elena de White? ¿Qué debo yo al don profético en la iglesia?
No hay ninguna declaración en el Nuevo Testamento que anuncie el cese del profetismo en los tiempos de la iglesia. El profetismo cesará junto con los otros dones espirituales “cuando venga lo perfecto” (1 Cor. 13:8, 10; Efe. 4: 13). El don de profecía era habitual en la vida de la iglesia apostólica y nada nos indica que fuera de naturaleza diferente al profetismo del Antiguo Testamento.
Frédéric Godet dice: “Provenía de una revelación sobre el estado actual, sobre la marcha y el futuro del reino de Dios. Al transmitir esta revelación a la iglesia, el profeta se esforzaba en estimularla y en elevarla a la altura de la misión” (Commentaire sur la Première Epître aux Corinthiens, t. 2, p. 188).
Los escritos de Elena de White no son una segunda Biblia para los adventistas.
Son textos inspirados pero no canónicos, porque el canon de las Escrituras se cerró con el Nuevo Testamento, y consideramos que toda manifestación espiritual o carismática debe ser sometida al “Escrito está…” Ella misma lo reconoce así: “Las Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y toda manifestación religiosa debe ser probada” (El conflicto de los siglos, p. 11).
Como dice nuestro versículo de hoy, la obra de la sierva del Señor ha coadyuvado para edificación, exhortación y consolación de la iglesia en estos tiempos que preceden a la Segunda Venida.
He sido desde la adolescencia un lector asiduo de los Testimonios, una luz pequeña que me ayudó, me previno de los problemas de la juventud y me ha conducido siempre a la luz mayor, la Palabra de Dios.
Hoy te invito a aprovechar los consejos de los profetas que Dios ha dado a la iglesia para su edificación.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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