Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25
La familia de Betania, compuesta por Lázaro, Marta y María, era muy cercana a Jesús. Cuando Lázaro enfermó, sus hermanas mandaron llamar a Jesús. Confiaban en el poder sanador de su Amigo, en que él no los dejaría solos; al fin y al cabo eran sus mejores amigos.
Jesús recibió la noticia lejos de Betania, y tardó dos días en acudir al hogar de los hermanos. Sus discípulos estaban sorprendidos de que Jesús no reaccionara de inmediato ante el urgente pedido, tal vez de la misma forma en que las personas se sorprenden cuando un hijo de Dios enfrenta dificultades y ora, pero la respuesta no viene inmediatamente.
En ese tiempo ir a Judea era arriesgado. Los enemigos de Jesús estaban allí, y buscaban la ocasión perfecta para perjudicarlo. Sin embargo, Jesús no dejó de hacer su obra por cuidar su seguridad personal. Aunque tardó en llegar, arriesgó su vida para ir a ver a sus amigos. ¡Qué gran ejemplo de entrega, digno de imitar en nuestro servicio a Dios!
Así que Jesús no llegó cuando Lázaro enfermó, y tampoco llegó inmediatamente después de que murió. Para el razonamiento humano parecería incomprensible que Jesús tomara esa actitud aparentemente tan despreocupada. Pero su plan iba mas allá de lo que los discípulos y nosotros podríamos estar pensando: “Este milagro culminante, la resurrección de Lázaro, había de poner el sello de Dios sobre su obra y su pretensión a la divinidad… Había de ser una evidencia que los sacerdotes no podrían interpretar mal” {El Deseado de todas las gentes, cap. 58, p. 500). Confirmó que él es “la resurrección y la vida” (Juan 11:25).
Todavía rumbo a Betania, Jesús tomó tiempo para sanar enfermos y ayudar a los necesitados que le salían al paso. A veces, ante la prueba y la aflicción, Jesús viene en nuestra ayuda, pero en el camino ayuda a otros, y nos hace esperar un poco para darnos tiempo a fin de recordarnos que “el que cree en [él], aunque esté muerto, vivirá” (vers. 25).
¿Esperas una respuesta de Jesús? ¿Sientes, como María y Marta, que tu situación es imposible? ¡Espera en Jesús! Nunca llega tarde, y cumplirá sus propósitos en ti y para ti.— Samantha Rozo- Robin.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
0 comentarios:
Publicar un comentario