Un usuario de Twitter compartió hace unas semanas una foto de unas margaritas visiblemente deformadas. La imagen fue tomada en la ciudad japonesa de Nasushiobara, a 112 kilómetros de Fukushima, donde en 2011 hubo un accidente en la planta nuclear.
Muchos temen que la
malformación sea producto de la radiación del accidente causado por un tsunami
hace ya cuatro años.
マーガレットの帯化(那須塩原市5/26)②
右は4つの花茎が帯状に繋がったまま成長し,途中で2つに別れて2つの花がつながって咲いた。左は4つの花茎がそのまま成長して繋がって花が咲き輪の様になった。空間線量0.5μSv地点(地上高1m) pic.twitter.com/MinxdFgXBC
— 三悔堂 (@san_kaido) Mayo 27, 2015
@san_kaido publicó
junto a la foto el siguiente mensaje:
"La flor de la derecha
creció con su tallo partido en dos y tiene dos flores conectadas entre sí y
tiene 4 tallos de flores en forma de cinturón. La de la izquierda tiene cuatro
tallos que crecieron atados entre ellos y tienen una flor en forma de
anillo".
Aunque la publicación
es de mayo, las imágenes han vuelto a circular en redes sociales en los últimos
días. La forma inusual que
presentan estas flores se conoce como fasciación, un fenómeno que hace que los
tejidos de la planta cambien: se aplanen, se estiren, aumenten su tamaño y peso,
y crezcan de manera circular.
Esta mutación puede
producirse por presencia de bacterias, ataques de insectos o parásitos o daño
químico. En 2011, cuando tres
reactores de la planta colapsaron tras el terremoto que provocó el tsunami, la
amenaza de la radiación forzó a los vecinos a evacuar. No obstante, las
mediciones de radiación de Nasushiobara determinaron que era habitable, aunque
la radiación que produjo el accidente en la planta de Fukushima se detectó hasta
a cerca de 96 kilómetros de allí.
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