En [Cristo] están escondidos todos los tesoros de la sabiduría. Colosenses 2:2-4
“La tierra, arruinada y contaminada por el pecado, refleja pálidamente la gloria del Creador. Es cierto que sus lecciones objetivas no han desaparecido. En cada página del gran volumen de sus obras creadas se puede leer la escritura de su mano.
La naturaleza todavía habla de su Creador… El nombre de Dios estaba escrito en cada hoja del bosque y en cada piedra de las montañas, en cada brillante estrella, en el mar, el cielo y la tierra. Los moradores del Edén trataban con la creación animada e inanimada; con las hojas, las flores y los árboles, con toda criatura viviente,., y aprendían de ellos los secretos de su vida… los misterios de la luz y el sonido, del día y de la noche, todos eran temas de estudio para los alumnos de la primera escuela de la tierra” {La educación, caps. 1 y 2, pp. 16, 20).
Hoy las cosas no son como antes del pecado, pero aún quedan huellas de la mano divina en la naturaleza. Un ejemplo es la migración de las aves. Jeremías 8:7 dice: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida”.
La mayoría de las migraciones establece rutas tradicionales a lo largo de cadenas montañosas y líneas costeras, y toma ventaja de brisas y patrones de viento, y evade barreras geográficas, como amplias masas de agua. Las aves vuelan en un sentido y, a veces, regresan por rutas diferentes.
Una expedición al Everest encontró esqueletos de aves a 5.000 metros sobre el glaciar Khumbu. Se han visto gansos volando a 8.000 metros. Muchas de las aves más grandes vuelan en bandadas para economizar energía. Hay especies de pingüinos que hacen migraciones de hasta 1.000 kilómetros.* ¿Quién les enseñó tácticas que toman a pilotos y marinos años de estudio? Solo Dios. ¡Fortalezcamos nuestra fe por medio de su contemplación!.—Ana Rosa Chaviano.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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