diciembre 01, 2015

Simplemente, brilla | Matutina para Mujeres 2015

Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. Lucas 22:24
Jesús se había reunido con sus discípulos para celebrar la Pascua. Su alma anticipaba los angustiosos eventos que le esperaban, pero los discípulos reñían entre sí por destacar.
Se desvivían por tener el primer lugar. Buscaban el reconocimiento y la consideración de los demás (ver Mar. 9:34). Entonces, el Maestro les recordó lo que tantas veces había intentado enseñarles: “Sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve” (Luc. 22:26).
En este tiempo cuando se ciernen sobre nosotras las últimas horas de la historia humana, ¿acaso no sucede hoy lo mismo entre sus seguidores? Cristo nunca buscó honores. En cada acto suyo, el amor a Dios y al prójimo, y su servicio desinteresado, iluminaban su vida. Como nuestro modelo, él nos invita a permitir que el amor de Dios brille a través de nosotras, para honra y gloria de su nombre.
En el firmamento hay espacio para que cada estrella emita su luz. Ninguna trata de opacar el fulgor de la otra. Ninguna dice: “Me toca a mí brillar, ¡apágate tú!”. Cada una aporta su luz, colmando el firmamento de belleza. En la oscuridad de este mundo tenebroso, tú y yo tenemos el sagrado cometido de ser estrellas refulgentes. Por pequeña y distante que parezca una estrella, no deja de ser hermosa, ni disminuye su brillo. Su luz solo se opaca cuando resplandece el sol de la mañana, el rey de los astros.
Así como en la noche las estrellas se destacan, anunciando que pronto viene la mañana, brillemos anunciando que, muy pronto, Cristo Jesús, el Sol de justicia, colmará para siempre el universo con su luz eterna. En nuestro Rey se opaca todo el brillo del más radiante lucero.
Nuestra continua responsabilidad es que el amor de Cristo fulgure y atraiga a otros al Salvador. Es hacer más llevadera la noche de esta vida para quienes nos rodean. Es vivir para exaltar a Dios. Es alumbrar sin angustiarnos porque haya estrellas con mayor brillo o mayor gloria.
Sé una estrella y simplemente ilumina con sencillez tu lugar en el espacio. Cuando Jesús vuelva, veremos su gloria y “cuando, por gracia, su faz vea allí, eterna gloria será para mí”.— Rhodi Alers de López.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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