diciembre 02, 2015

Abrigo para el invierno | Matutina para Mujeres 2015

Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido. Salmo 71:18; NVI
La vida del apóstol Pablo ha sido de inspiración para muchas personas; es un claro ejemplo de la transformación que puede haber en la vida de alguien cuando se encuentra con Cristo. Es un modelo de devoción y dedicación a la causa de Cristo.
Pero también es un ejemplo de vulnerabilidad. Es bueno saber que los autores de la Biblia no eran impecables, sino humanos como nosotros, y estos gigantes de la fe mostraban sus temores y sus frustraciones.
En el ocaso de su vida, el apóstol Pablo sintió soledad, aislamiento, abandono. Manifestó las mismas necesidades que algunos de nosotros.
En primer lugar, sentía la necesidad de compañía: “Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado” (2 Tim 4:9, 10). Aveces nos parece que no podremos salir adelante sin la ayuda de nuestros amigos. Pablo no tenía temor a la muerte; había peleado la buena batalla, había guardado la fe. La muerte no era el problema. Pero Pablo era humano, no quería morir solo. Quería la compañía y el apoyo de quienes amaba.
En segundo lugar, sentía la necesidad de abrigo: “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas” (2 Tim 4:13). Nadie sería rico quedándose con las pocas posesiones materiales que el apóstol habría dejado. No había vivido para acumular una fortuna, pero se acercaba el frío del invierno y el apóstol quería estar abrigado.
En tercer lugar, sentía la necesidad de mantener su mente despierta: “Trae, cuando vengas… los libros, mayormente los pergaminos” (ibíd.). Los libros eran importantes para el predicador, así como los pergaminos que le permitirían dejar escritos sus mensajes.
¿Será que estás llegando al invierno de tu vida? ¿Será que te sientes sola y abandonada? ¿Será que tus fuerzas y tu salud comienzan a declinar? ¿Será que piensas que lo mejor de tu vida ya pasó?
Hoy te invito a seguir el ejemplo del apóstol Pablo, abrigándote para el frío que podrá venir y revistiéndote de fuerza y dignidad para afrontar segura el porvenir (ver Prov. 31:25).— Nibia Mayer.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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