diciembre 14, 2015

Dependencia de Dios | Matutina para Mujeres 2015

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3
La enfermedad y el dolor son intrusos que llegan a perturbar nuestra paz. No fuimos creados para enfermarnos, pero ¿qué hacer cuando llega este mal? Vamos al médico, hacemos todo lo que está a nuestro alcance, pero muchas veces no vemos la solución. ¿Qué hacer? ¿A dónde ir? Solo queda confiar en las promesas de Dios: “Clama a mí, y yo te responderé”.
En 2012 tuve un fuerte dolor en una pierna. Era tan fuerte el dolor que me era imposible caminar, ni siquiera del dormitorio a la cocina, sin la ayuda de un bastón o de alguien que me sostuviera. No podía enderezar mi cuerpo. Por las noches casi no dormía, pues no sabía cómo acomodar la pierna. Yo vivía sola en Nueva York, y sin nadie cerca para ayudarme. Tengo familiares, pero estaban lejos, y cada uno trabajaba y tenía otras responsabilidades que atender, como para que vinieran a cuidarme.
¿A dónde ir? Ya no podía trabajar, no tenía ahorros, y había que pagar el alquiler y otras cuentas. Me sostuve en las promesas de Dios. Mientras lloraba de dolor, repetía: “Dios es [mi] amparo y fortaleza, [mi] pronto auxilio en las tribulaciones” (Sal. 46:1). 
Cuando se aproximaba la fecha para pagar las cuentas, reclamaba las promesas de Malaquías 3:10 y el Salmo 37:25. Creo que las promesas de Dios son fieles y verdaderas, y así hablaba con Dios, como mi mejor Amigo y Sustentador. Él me daba la seguridad de que proveería. Y así fue. Por su gracia y su amor pude pagar todas mis cuentas a tiempo; él proveyó cada día, cada mes.
Cuando pagaba todo, yo misma me sorprendía y me preguntaba: “¿Cómo lo hice?”. Y agradecía a Dios porque él lo había hecho por mí. Alabado sea Dios porque él nos sostiene en la hora de la prueba. Al fin los médicos encontraron el problema y me operaron; ahora disfruto la recuperación, y el Señor sigue cumpliendo sus promesas.
Si estás pasando por una prueba o dificultad, cree en Dios. Él está atento a nuestras necesidades y hace los arreglos para nuestro bien. Solo aprende a depender de él, afórrate a sus promesas y sé fiel. — Fidelina Acevedo.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
Share: