diciembre 08, 2015

Como vuestro Padre que está en los cielos | Matutina para Adultos 2015

“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).
En el largo proceso de la salvación, ha existido siempre un ideal, una suprema aspiración que ha servido de motor del proceso mismo. Es el ideal de perfección: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. ¿Qué es la perfección? ¿Es un ideal alcanzable o inalcanzable? ¿Tiene un valor absoluto o relativo? ¿Cuál es el modelo?
Desde los orígenes del cristianismo, la perfección del creyente ha sido objeto de ásperas discusiones que, en algunos casos, dieron lugar a actitudes y palabras contrarias al ideal mismo que se debatía. Las principales conclusiones que se han dado, pueden resumirse en cuatro:
Pesimista. La perfección es un ideal moral inalcanzable para el hombre, solo Cristo lo consiguió.

  1. Voluntarista. Constituye el objetivo supremo de la vida cristiana al que todos debemos tender.
  2. Coercitiva. Es una condición necesariamente imperativa de la salvación.
  3. Vicaria. La perfección absoluta solo existe en Dios, en el hombre tiene un valor relativo. Pero todos podemos ser perfectos en Cristo y por Cristo. Esta postura corresponde a la tesis bíblica.
  4. La palabra empleada en el Nuevo Testamento para “perfecto”, es el adjetivo téleios, que significa “pleno”, “completo”, “que ha alcanzado su desarrollo posible”, “que ha obtenido su objetivo” o “que ha llegado a la madurez”. ¿Qué madurez? La que corresponde a cada individuo involucrado. Esta palabra describe muy bien la conquista de la madurez espiritual fundada en la fe.

  1. Hecha la salvedad de que no son lo mismo la perfección y la santidad divinas, por sorprendente que parezca, solo encontramos un pasaje en la Biblia que presente la perfección como un atributo divino: el versículo de hoy. Los escritores sagrados jamás han querido hablar de la perfección de la Divinidad, como lo hacen de la santidad, para definir la naturaleza de Dios. El término “perfecto” está siempre aplicado a las obras de Dios, a sus caminos, a su Ley, a su omnisciencia. Incluso en esta declaración de Jesús se relaciona la perfección divina con la misericordia que debemos tener con todos los hombres (Mat. 5:46-48).
Así pues, ¿perfectos? Sí, como Dios es perfecto, pero como dice Elena de White: “Así como Dios es perfecto en su esfera, hemos de serlo nosotros en la nuestra” (Patriarcas y profetas, p. 558).
Procura en este día alcanzar la perfección cristiana que Dios espera de ti.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil

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