diciembre 30, 2015

El tiempo no será más | Matutina para Adultos 2015

“El ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano hacia el cielo y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más” (Apocalipsis 10:5, 6).
Hay todavía tres dimensiones importantes del tiempo que nos conciernen particularmente a los cristianos. En primer lugar, el tiempo acotado santo, bendito, de reposo, tiempo de guardar: el sábado, apartado por el Creador para que la humanidad se acercase periódicamente a él, lo adorase y fuera una señal de santificación entre el hombre y Dios.
El sábado se ha convertido hoy, debido a la observancia generalizada del domingo, en un signo distintivo de los que siguen respetando su carácter irrenunciable de monumento del acto creador y vínculo santificador del creyente, adquiriendo por ello un valor apologético e identificador incuestionable.
Pero tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se habla del tiempo del fin o tiempo escatológico; es el tiempo del juicio investigador, el tiempo de la consumación de todas las cosas, tiempo de espectaculares señales que concluirá con el regreso a este mundo del Salvador. 
Para la Iglesia Adventista es tiempo de acción, de proclamación urgente del mensaje. Pablo dijo a la iglesia: “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Rom. 13:11). El tiempo que nos queda es corto, las señales del fin están tomando una aceleración vertiginosa y la predicación del evangelio a todo el mundo no se ha consumado todavía. ¿Cuántas campanadas dará aún el reloj de Dios antes de que se pare definitivamente?
En efecto, el ángel del Apocalipsis nos anuncia que el tiempo de la creación ha llegado a su término final, que el paréntesis abierto en la eternidad se ha cerrado, el tiempo de gracia y salvación han concluido, el gran día del Dios Todopoderoso se ha cumplido; es el fin de la historia, de la promesa y de la espera, es el fin de la muerte, es la vida eterna. Los redimidos ya están sobre el mar de vidrio; todo entra, de nuevo, en la dimensión inconmensurable de la eternidad, porque el tiempo mesurable, el krônos, y el tiempo oportunidad, el kairós, no será más…
Acepta hoy el plan de Dios para tu vida. Mañana puede ser tarde.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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