Cientos de bomberos, desde Houston hasta San Antonio pasando por Austin, luchan por tercer día consecutivo para contener hasta 60 diferentes incendios en la zona central de Texas que han causado hasta el momento dos muertos, la destrucción más de mil viviendas y más de 32,000 acres destruidos en lo que podría ser el peor desastre de su tipo en esta región del estado.
El fuego avanza incontenible. En conferencia de prensa, el gobernador Rick Perry dijo que se han quemado más de 100,000 acres en las últimas horas. En lo que va del año, según reporta el Servicio Forestal de Texas a través de la agencia AP, han ardido más de 3 millones de acres en el estado.
El peor de los incendios, en la zona de Bastrop al sureste de Austin, tenía hasta la noche del lunes un alcance de 10 km de ancho y 26 de largo, obligando a evacuaciones masivas, mientras los pronósticos meteorológicos sugerían que la situación podría empeorar más que mejorar. El gobernador Rick Perry ha pedido al gobierno federal que haga una declaración de zona de desastre mientras organismos como la Cruz Roja y bancos de comida locales piden ayuda en forma de donativos, trabajo voluntario y alimentos no perecederos para ayudar a las víctimas.
Los fuertes vientos, con ráfagas de hasta 30 millas por hora, que se produjeron durante el fin de semana a causa de la tormenta tropical Lee que azotó el sur del país, aunados a la sequía histórica que vive el estado, fueron el caldo de cultivo ideal para la rápida propagación del fuego. Según los últimos pronósticos, se espera que el martes no haya tanto viento pero la baja humedad se mantendrá en la mayor parte de la región, lo que podría ayudar a que se siga propagando el fuego.
0 comentarios:
Publicar un comentario