Si se acaba de mudar y su gato esta un poco incómodo con su entorno, hay una manera de facilitar un poco la de tranquilidad. De acuerdo con el usuario de Instructables, sólo tiene que añadir un poco de mantequilla a algunas de sus patas:
La próxima vez que se mueva de residencia o salga de paseo, hay que untarle mantequilla a las patas de su gato antes de dejarlo fuera por primera vez en su nueva residencia. En lugar de lanzárlo a fuera de la puerta de su casa y tenga pánico. El gato se sienta a lamber la mantequilla, que le da un poco de tiempo para tomar conciencia de sus alrededores y del nuevo ambiente. No sólo es un sabroso manjar para el gato tambien le ayuda a su pelaje que será más brillante y la grasa de la mantequilla se mantienen como bolas de pelo.
Yo no tengo un gato (por suerte) así que no puedo comprobar lo bien que funciona, pero si tienes un gatito inadaptado hay quedarle una oportunidad y sabremos que tal funciona!
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