La nube tóxica sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk ya ha intoxicado a cerca de 250 personas. El derrame de una decena de contenedores de bromo, por un choque en una estación de trenes el jueves, mantiene además a una cincuentena de estas personas todavía hospitalizadas. Entre ellos, dos niños y tres socorristas. El bromo es un líquido rojo parecido al cloro.
La ciudad industrial de Cheliábinsk se encuentra a 2.000 kilómetros al este de Moscú, en los Urales.
El accidente ha obligado, por otra parte, a suspender las tradicionales actividades de inicio de curso que reúnen al aire libre a alumnos y profesores.
Los responsables del Comité de Investigación de Rusia han afirmado que las reglas de seguridad no fueron respetadas y ocasionaron el escape de unos cincuenta litros de bromo de entre los más de 2.000 contenedores de vidrio que transportaba un tren de mercancías. El área afectada concentra a unas 200.000 personas.
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