Salvada por las manos de Dios -2 | Matutina para Mujeres 2015

Clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Salmo 107:6

Cierta vez Dios me impresionó a que esperara el siguiente autobús, y no lo hice. Al principio todo parecía normal, aunque el autobús iba repleto, pero pronto noté que el chofer conducía muy rápido, y el camino era sinuoso.

Justo cuando llegábamos a una curva pronunciada, donde la carretera estaba siendo reparada, apareció velozmente por la vía contraria un pequeño auto blanco, y supe que nos embestiría. Cerré los ojos y oré: “¡Señor ayúdame!”.

El auto patinó sobre la grava y nos impactó de frente, \blcamos y dimos varias vueltas, hasta que nos detuvimos en una hondonada. Cuando abrí los ojos estaba en otro asiento, con personas sobre mí y con las piernas atrapadas. Había vidrios esparcidos por todas partes. 

Unos gritaban y otros yacían inconscientes. ¡Reinaba el caos! Yo deseaba salir, pero no sabía cómo; las señoras que me aplastaban estaban inconscientes y heridas. De repente, vi a una de mis compañeras que buscaba la salida. Me esforcé para gritarle, y ella pidió auxilio a quienes luego me sacaron.

Gracias al Señor, solo sufrí una contractura muscular en mi muslo izquierdo. Mis colegas tampoco sufrieron daño alguno, solo contusiones. Comprendí entonces que Dios había cuidado a mi bebé, a mis compañeros y a mí. El autobús fue declarado por las unidades de tránsito como chatarra. Las manos poderosas de Dios nos salvaron. ¡Solo él es capaz de hacer milagros de esta magnitud!

Del accidente aprendí que, como dice Job, nuestras vidas son frágiles. Somos vulnerables, corremos peligros y hasta el riesgo de perder la vida en cada instante. Por eso, es importante ponernos diariamente en las manos de Dios. Te insto a que hoy, antes de hacer cualquier cosa en tu casa o salir de ella, pongas tu vida en las manos del Señor. 

El Salmista escribió: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” (Sal. 37:5). Haz de esto tu primer trabajo cada día, para que, como dice Isaías, confiemos y no temamos. Así tendrás un día lleno del poder del Espíritu Santo.— Yanoris Atencio de Galo.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE