noviembre 30, 2015

Lo mejor está por venir | Matutina para Mujeres 2015

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
A finales de 2009 pasamos por una racha de situaciones que levantaron serios interrogantes y me hicieron cuestionar a Dios. Incidentes repentinos nos sucedieron uno tras otro en rápida sucesión En la misma semana me aplicaron una multa de tránsito por primera vez en muchos años, y mi esposo tuvo un accidente. Por esos mismos días encontré un bulto inusual en uno de mis senos que me inquietó, pues mi madre es una sobreviviente de cáncer. 
Nos llegó una notificación de que tendríamos que pagar más impuestos de 2007. El techo de la casa filtró agua y parte del comedor se dañó. Un problema de plomería afectó a la ducha del baño principal de la casa. Y además, mi hija se quedó sin trabajo. Yo me sentía muy tensa, como si anduviera por un túnel oscuro, hasta que paulatinamente la luz volvió a llegar a mi vida.
Recibimos una cantidad de dinero por el accidente de mi esposo, lo que cubrió gran parte de los gastos, y todos los exámenes médicos resultaron negativos. Mi hija encontró un buen trabajo en su ramo profesional. Y todo en corto tiempo.
Entendí que la promesa de Dios es cierta. Él no permite que enfrentemos pruebas que no podamos soportar; contesta toda oración en su tiempo, no en el nuestro. Y algo más: hay cosas que nos sobrevienen que con nuestra mente finita no podemos comprender. 
Es como si transitáramos por un camino tenebroso, sin sabor ni color, sin que se pueda divisar el final; pero ¡de pronto!, llegan las soluciones a lo que hasta entonces era pura penuria. Avanzamos por el camino y parece que todo queda atrás; ahora hay vida y luz, color y alegría. La vida comienza a cobrar sentido. Ahora hay paz, se escucha una música como proveniente del cielo, y aparecen las soluciones para cada uno de nuestros problemas, los mismos que antes nos costaba siquiera imaginar.
Te invito a confiar en que después de la tormenta viene la calma, porque el Señor está con nosotras. Recuerda siempre que lo mejor está por venir.— Alina Careaga.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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