Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9
Hace algún tiempo, una amiga muy querida me contó cómo Dios la “llamó de las tinieblas a su luz admirable”. A ella le fue muy difícil aceptar que su propia madre, que era una médium espiritista, la hubiese formado en ese ambiente.
Mi amiga llegó a familiarizarse tanto con el espiritismo que le parecía una práctica religiosa normal hasta que se enteró con quién estaba tratando. Para mi amiga, la lucha contra los poderes del mal no fue fácil pero, gracias al Señor, logró salir victoriosa.
La influencia satánica en este mundo está en todas partes. Por eso, no es exagerado asegurar que cada una de nosotras tiene una lucha con los poderes del mal. “Nunca sale uno de las filas del mal para entrar en el servicio de Dios, sin arrostrar los asaltos de Satanás” {El Deseado de todas las gentes, cap. 12, p. 95).
Una de las creencias fundamentales de los adventistas del séptimo día que nos distingue de otras denominaciones cristianas es la que se refiere al estado de los muertos. Dios es el único ser inmortal, y concederá la vida eterna a sus redimidos en ocasión de la segunda venida de Cristo. Hasta aquel día, la muerte es un estado inconsciente; por lo tanto, como el alma no va al cielo ni se encuentra en ningún otro lugar, no se puede establecer contacto con los muertos de ninguna manera.
Este tema pareciera algo muy conocido para los adventistas, pero no lo es para el resto de la cristiandad. La gran mentira que resonó en el Edén ha tenido eco: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: ‘No moriréis’” (Gén. 3:4). Y esta gran mentira sustenta la creencia en la inmortalidad del alma, por la cual muchos van tras teorías y fábulas como la adivinación, el espiritismo, el ocultismo y otras más.
En este día no olvides que Dios te ha llamado de las tinieblas a su luz. Vive hoy a la altura de ese llamado y conduce a otros hacia la luz de Dios.— Gabriela Hernández de Medina.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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