agosto 05, 2015

Acción sin opción | Matutina para Mujeres 2015

Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. (Salmo 17:8, 9)
Entre sollozos, una amiga me comentó recientemente que había presenciado una pelea terrible entre un hombre y una mujer, y que había quedado muy deprimida luego del hecho.
Pregunté, contacto, qué había ocurrido, y me contó: “Un tipo tomó a una mujer por el pelo y la tiró al piso, y la golpeó. Ella trataba de devolver los golpes; pero como el hombre era tan fuerte, seguía golpeándola”.
Mi amiga intentó ayudar a la mujer. Se metió entre ellos y a gritos trató de amedrentar al abusador: “Yo defiendo a esta mujer, y tú no la tocarás más. Vete de aquí, y no vuelvas si no quieres problemas. No voy a permitir que abuses de ella… Ella no está sola”. Pocas palabras para una gran acción. Mi amiga terminó sollozando y con un fuerte dolor en el pecho, por una trompada que recibió.
Luego de su relato, volví a casa caminando y cavilando: “Esta pelea es una expresión minúscula de la gran pelea cósmica, la lucha entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás”. El “tipo” que había atacado a aquella mujer bien podría representar al diablo. La pobre mujer bien podría ser una manifestación particular de todas las mujeres del mundo. Y mi amiga que intercedió y se arriesgó por una desconocida bien podría representar a Cristo.
Mi amiga puso su vida en peligro cuando se lanzó contra aquel malvado. El enemigo ataca sin importarle cuán fuertes seamos; hinca los dientes como el lobo cuando ve sangre. Pero la misericordia de Dios lo movió a entregarse para rescatarnos y protegernos. Dios interviene a cada instante, porque el enemigo no ceja. Así como mi amiga sintió dolor en su pecho después del rescate, Dios sufre cuando lucha por rescatarnos del mal y, más aún, si no respondemos a su rescate, que requirió la muerte de su amado Hijo.
¿Captas esta verdad? El Rey del universo dejó su gloria para ser ultrajado, herido y humillado por ti y por mí. Cristo peleó en la cruz para apartarte del mal. ¿Lo aceptas?.—Abby Allers.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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