No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10).
Los jóvenes hebreos fueron separados de sus familiares y amigos, llevados cautivos contra su voluntad, y empujados a circunstancias que no podían controlar. Se propusieron mantenerse fieles a Dios, y les dieron un lugar de elevada importancia en el reino. Sin embargo, en esa posición, se negaron a postrarse ante la imagen de oro y fueron echados al horno de fuego.
Cuando nos ponemos de parte de Jesús, él no nos abandona: nos protege. A veces, esta protección no es física, sino espiritual. Aunque suframos físicamente, Dios protege nuestra fe y nuestra relación con él, y nos asegura la esperanza futura en él mismo.
Todo parecía ir bien para los cuatro hijos de la hermana Fanny a pesar de los trastornos de la hemofilia. Guillermo y David tenían un negocio, y Edwin y Javier estudiaban en la universidad. Pero hay cosas que no entendemos; y entonces, Dios nos dice: “No tienes que entender, solo confía”.
Los jóvenes recibieron transfusiones de un plasma que llegó a Panamá contaminado con el virus del sida, cuando esta enfermedad era casi desconocida. Los cuatro fueron nuevamente cautivos de las circunstancias, y no solo ellos: toda la familia, porque ser cautivos de la adversidad también afecta a los que están a nuestro alrededor.
Por su fidelidad, los jóvenes hebreos ocuparon posiciones importantes en el reino babilónico. Por su testimonio, su Dios fue conocido. También Guillermo, David, Edwin y Javier se convirtieron en un testimonio vivo de fidelidad en su iglesia y su comunidad, y para sus condiscípulos. Aunque fue muy triste verlos partir, uno a uno, todos los que los conocimos y amamos sabemos que, cuando Jesús regrese, serán levantados y transformados, y recibirán la corona de la vida eterna.
Si en este momento estás siendo llevada en cautiverio por circunstancias difíciles, acude a Jesús y déjate guiar por él. No estás sola, él está a tu lado. Escucha lo que te dice al oído: “No temas… siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.— Nazira Khan.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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