Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4:6
¿Recuerdas la historia de los cuatro jóvenes hebreos que fueron separados de su familia y sus amigos, y llevados cautivos? ¡Cuántas veces somos llevadas cautivas por las circunstancias! Una llamada de teléfono para informarte de que tu hijo ha sufrido un accidente y está en el hospital; el médico te dice que tienes cáncer; te llama tu papá y te cuenta que tu mamá tiene principios de alzheimer; tu hija adolescente te dice: “Estoy embarazada”.
Todas, en algún momento de la vida, somos cautivas como aquellos jóvenes hebreos. Pero ¿cuál es la diferencia entre los creyentes y los no creyentes? Los jóvenes hebreos decidieron no contaminarse con la comida del rey y no inclinarse ante la estatua del rey, y fueron echados al horno de fuego. Pero su amigo Jesús estuvo con ellos y fueron liberados, y dieron un gran testimonio de su Dios. Cuando nos ponemos de parte de Jesús y él va con nosotros a todos lados, estamos seguras.
Recuerdo la experiencia de los hijos de la hermana Fanny. Al nacer cada uno de sus hijos, le informaron a Fanny de que padecían hemofilia. A su sangre le faltaba el factor que facilita la coagulación. Esos cuatro niños nunca pudieron jugar como los demás niños; un simple golpe o una herida podía ser fatal para ellos.
¿Cómo le dices a un niño que no puede jugar? ¿Cómo le dices que, si juega, puede morirse? Fanny depositó en Dios su fe, la que transmitió a sus hijos. Ellos crecieron bajo su cuidado; como los jóvenes hebreos, conocieron y amaron a Jesús. Fueron jóvenes luchadores. Guillermo y David abrieron un negocio de venta de materiales y ferretería. David se casó y tuvo dos niños: los gemelos Edwin y Javier, que llegaron a la universidad con el anhelo de ser profesionales.
Como Fanny y sus hijos, tenemos la oportunidad de salir adelante, aun en las circunstancias más difíciles. Podemos escoger ser cautivas de las circunstancias o cautivadas por la fe para superar las circunstancias. Dependamos de Dios en todo momento.— Nazira Khan.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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