Un nuevo terremoto de magnitud 6.7 volvió a sacudir el domingo Nepal, un día después del potente terremoto de intensidad 7.8 que azotó el país y que ha dejado 2,357 muertos y 6,000 heridos, según las últimas cifras difundidas este domingo por el Ministerio del Interior del Gobierno nepalí.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés) dijo que la fuerte réplica tuvo su epicentro a 81 kilómetros al este Katmandú (capital) y que el sismo fue percibido en Nueva Delhi y todo el norte de India y Bangladesh.
El nuevo sismo volvió a estremecer los edificios mientras residentes en Katmandú salieron a las calles presas del pánico.
El graznido de los cuervos se mezcló con gritos de terror mientras la tierra temblaba, mientras aviones llenos de suministros, médicos y equipos de ayuda de países vecinos comienzan a llegar al empobrecido país del Himalaya.
El terremoto del sábado, de magnitud 7.8, pudo sentirse además de en Katmandú en localidades más pequeñas e incluso en las laderas del monte Everest, donde provocó una avalancha que enterró parte del campamento base, lleno de escaladores extranjeros listos para intentar hacer cumbre en el pico más alto del mundo.
La búsqueda de sobrevivientes
Decenas de miles de personas pasaron la noche al aire libre entre el frío y relámpagos. Sobrevivientes excavaron entre los escombros con las manos desnudas, barretas y otras herramientas para rescatar a sobrevivientes.
El primer ministro Suhil Koraila, que asistía a una cumbre en Yakarta, intentó apresurar su regreso a Nepal pero sólo llegó hasta Bangkok, donde su vuelo de conexión a Katmandú fue cancelado debido a que el aeropuerto internacional de esa capital estaba cerrado para los vuelos comerciales.
Los hospitales en el Valle de Katmandú estaban saturados, carecían de espacio para recibir más cadáveres y se les agotaban los suministros de emergencia, indicaron las Naciones Unidas en un comunicado.
"Continúan llegando informes sobre la devastación y aumenta el número de muertos, lesionados y afectados por este sismo", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
"Es evidente que se han perdido muchas vidas. Hay también daños considerables a la herencia cultural irremplazable de Nepal", agregó.
El Gobierno nepalí afronta las tareas de rescate y asistencia con la declaración del estado de emergencia en varias zonas del país y ha anunciado que las escuelas permanecerán cerradas durante cinco días.
Miembros del Ejército indio se encuentran en las calles de la capital nepalí ayudando en las tareas de rescate y media docena de helicópteros de este país sobrevuelan la zona.
Precisamente esos helicópteros están contribuyendo de manera activa al rescate de los montañeros atrapados en el Everest.
El temblor se originó afuera de la capital Katmandú, el peor movimiento telúrico que haya asolado a esta nación pobre del sur de Asia en más de 80 años. Tuvo tanta potencia que se sintió en el norte de la India, además de Bangladesh, Tíbet y Pakistán, países que suman en conjunto decenas de víctimas mortales.
Testimonios de dolor
"Es difícil describirlo. La casa se sacudía en forma horrible. Salimos corriendo y parecía que la calle se movía hacia arriba y hacia abajo", dijo Vaidya, de 46 años, a The Associated Press. "No recuerdo nada parecido. Tampoco mis padres recuerdan una situación tan grave".
Una vez que pasó el primer movimiento telúrico, Vaidya pensó que su familia podría regresar al interior al anochecer. Pero los remezones continuaron y la familia consideró más seguro permanecer afuera.
"Hace frío y hay viento, así que estamos todos sentados en el vehículo escuchando las noticias por la radio FM", apuntó. "Los expertos dicen que todavía no es seguro regresar al interior. Nadie puede predecir la fuerza de la próxima réplica".
Así, la familia cenó al aire libre y se iluminó con las luces del vehículo. Vaidya agradeció que su esposa e hijo de 10 años estuvieran de vacaciones en Estados Unidos.
Los daños fueron relativamente menores en el sector pudiente donde vive, porque las casas son robustas y de baja altura en los suburbios de Katmandú. La gente no tuvo la misma fortuna en otras partes de la ciudad, donde los edificios son antiguos y están mal construidos.
Según los meteorólogos, habría lluvia y aguaceros con truenos la noche del sábado y el domingo, y las temperaturas eran de alrededor de 14 grados centígrados (50 Fahrenheit), lo suficientemente bajas para estar incómodo si se pernocta al aire libre.
Miles de personas pasaban la noche en Tudikhel, un campo amplio en medio de Katmandú, a un lado de la ciudad vieja donde hay edificios históricos y carriles estrechos. Ahora este sector está en ruinas.
La gente estaba acostada sobre plásticos o cajas de cartón y se tapaba con frazadas. Las madres mantenían calientes a sus hijos; algunas personas prendían fogatas con leña o ramas y la mayoría comía galletas y sopas instantáneas.
Deepak Rauniar, empleado de una tienda, departía con amigos cuando ocurrió el sismo.
"Estamos muy asustados para regresar a nuestro apartamento. Está rodeado por casas, la mayoría antiguas. Las casas podrían derrumbarse mientras estemos dormidos", afirmó.
La zona del epicentro
Mientras las labores de rescate se centraban el domingo en Katmandú, trabajadores de emergencia alertaron también de que la situación podría ser mucho peor cerca del epicentro.
El USGS dijo que el centro del terremoto estuvo cerca de Lamjung, ubicado a unos 80 kilómetros (50 millas) al noroeste de la capital, en el distrito de Gorkha.
Las carreteras hacia esas zonas estaban bloqueadas por deslaves, frenando la llegada de equipos de rescatistas, dijo el máximo responsable del distrito, Prakash Subedi.
Los equipos están subiendo a pie por senderos de montaña para llegar a aldeas remotas, y se desplegarán helicópteros, agregó vía telefónica.
La ONG World Vision dijo en un comunicado que las comunidades asentadas en zonas remotas de montaña, incluyendo en Gorkha, no estaban preparadas en absoluto para el nivel de destrucción provocado por el sismo.
Las localidades próximas al epicentro "están literalmente encaramadas en los lados de una gran montaña y están hechas solo de piedra y roca de construcción.
Muchos de estos pueblos solo son accesibles con vehículos todoterreno y luego a pie, con algunos de ellos a horas e incluso a días enteros de caminata desde las principales carreteras en el mejor de los casos", dijo un miembro del equipo local, Matt Darvas, en el comunicado.
Muchas de esas localidades podrían haber quedado completamente sepultadas por la caída de piedras, agregó según reportes que escuchó.
"Es probable que el helicóptero sea la única vía para acceder a esos pueblos remotos", señaló.
Médico de EEUU entre los muertos
Un miembro de un equipo de escalada del Everest con sede en Seattle murió el sábado luego de una avalancha en la montaña tras el terremoto de Nepal, pero otros grupos de escalada informaron de que sus equipos estaban a salvo.
Madison Mountaineering, con sede en Seattle, dijo que Marisa Eve Girawong falleció a consecuencia del alud que golpeó el campamento base de los escaladores.
El sitio web del grupo describió Girawong como asistente sanitaria que trabajaba como médico del campo del equipo.
El cofundador del grupo, Kurt Hunter, confirmó el deceso en su cibersitio sin ofrecer más detalles, diciendo que más adelante se proporcionarán más datos. La publicación no especificó la ciudad natal de Girawong.
Cerca de media docena de empresas del estado Washington -incluyendo Alpine Ascents, International Mountain Guides y Rainier Mountaineering Inc.— tenían expediciones en o cerca del monte Everest cuando se produjo el terremoto que mató a más de 2,000 personas. La avalancha se ha cobrado 17 vidas hasta el momento.
El sábado por la tarde, la mayoría de los demás grupos dijeron que todos sus miembros estaban a salvo.
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