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Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Salmo 34:17.
Aunque hace tiempo me mudé de Puerto Rico, tuve la oportunidad de vivir diez hermosos años de mi vida en ese país.
Acostumbraba ir de vez en cuando al parque de las palomas, en el viejo San Juan. Una de las cosas que observé es que las palomas eran muy mansas; se acercaban y comían de nuestra mano. No les molestaba ni asustaba el ruido estruendoso de los automóviles que pasaban constantemente.
Lo mismo sucedía en el oeste de los Estados Unidos con unas aves llamadas estorninos. Estas aves se adaptan a cualquier ambiente, y anidan en diferentes lugares: en el campo o en las ciudades, en grandes árboles o en arbustos, pero siempre cerca de la gente.
Cierta vez, en una ciudad de California, la gente se molestó con los estorninos porque se reproducían con rapidez y dejaban excremento por todas partes. Así que hicieron un experimento: Grabaron los gritos y gemidos de un estornino en peligro y los amplificaron a través de potentes parlantes. Cuando los estorninos escuchaban aquel sonido, huían despavoridos. Finalmente, abandonaron el pueblo.
Las palomas del viejo San Juan están tan acostumbradas al ruido de la ciudad que han perdido la habilidad de detectar el sonido del peligro. Y por eso están en peligro; pueden ser presas fácil de los depredadores.
Hay una diferencia entre escuchar y oír. Oír es percibir palabras y sonidos. Escuchar va más allá de oír lo que se habla; significa meditar en lo que oímos, percibir y entender las palabras, mantener la mente libre de distracciones. Nosotros necesitamos ambas cualidades: oír y escuchar. Precisamos el discernimiento para detectar si lo que oímos merece ser escuchado. Necesitamos desarrollar la habilidad de escuchar los mensajes que advierten del peligro.
Jesús nos dice muchas verdades en su Palabra. Si ponemos atención, podremos escuchar su voz; y si le pedimos sabiduría para comprender sus enseñanzas, él nos la dará. Recuerda: “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”. Clama hoy por fe y sabiduría, para que puedas entender cuando Dios te hable.-Ilce C. Rossill.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015 Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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