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Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16.
El 12 de abril de 2001 salió un grupo de jóvenes cristianos a disfrutar de un día de playa sin saber que regresarían a sus hogares sin Carlos Javier, mi amado hijo, y dos de sus amigos. Una corriente los atrapó y murieron ahogados.
El día, planeado para disfrutar, se convirtió en tragedia, pues habían perdido a tres de sus hermanos en Cristo. De todas formas, Dios cumplió la promesa de estar con nosotros siempre: aun en medio de la angustia, el dolor y el luto desgarrador, nos sostuvo en sus brazos de poder y ternura. Los jóvenes que regresaron vivos fueron fortalecidos por el Señor Jesucristo; la experiencia fue de crecimiento espiritual.
Algunos jóvenes comenzaron a apreciar lo que tenían: el evangelio. Otros aceptaron por primera vez al Señor Jesucristo como su único Salvador. Las familias testificaron de cómo esta tragedia los llevó a fortalecer su unión familiar. Muchas personas se reconciliaron con Dios. Los padres de los tres jóvenes pudimos alabar a Dios en medio de la tristeza. Sabíamos que nuestros hijos descansaban seguros en Jesús; que ya no sufrirían ni serían probados, sino que cuando despertaran, verían el rostro de su Salvador.
Amiga, esta experiencia debe llevarnos a pensar en lo incierta y pasajera que es la vida. Son muchos los jóvenes, niños y adultos que enfrentan la muerte sorpresivamente. Jamás pudimos imaginar que nuestros hijos no regresarían a su hogar ese día. Es necesario que te detengas y pienses qué tendrías en tu corazón si hoy la muerte te sorprendiera. El tiempo puede ser corto para ti.
Tal vez te encuentres lejos de Dios. Quizás estés viviendo bajo el dominio del pecado. Dios te está esperando, y quiere recibirte como a una hija. Hoy ve a él con humildad y confiésale tus pecados con firme resolución. Si así lo haces, Dios te dará una nueva vida; serás transformada y obtendrás la verdadera felicidad y la seguridad de la salvación, como la obtuvieron mi hijo, Carlos Javier, y sus amigos.-Mayda Suárez Hernández.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015 Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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