Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. Génesis 2:24.
Los hijos deben agradecer a sus padres por todo lo que les dieron en la vida: por su amor, su cuidado, su formación, y los valores, principios e ideales que les transmitieron. Sin embargo, cuando se llega al estado matrimonial, se formará una nueva familia.
Ambos cónyuges traerán a ese nuevo hogar, obviamente, mucho de su hogar de origen, en términos de creencias, valores, principios, costumbres y características emocionales. No es necesario que deseche como inútil todo ese bagaje, pero ahora es necesario que conformen un nuevo hogar con su propia identidad, que ellos mismos le imprimirán.
En algunos casos, voluntariamente escogerán sostener muchos de los valores paternos, y en otros optarán por desecharlos, para establecer los propios.
En primer lugar, es muy importante que los nuevos cónyuges se distancien de sus padres físicamente y vivan en su propio hogar. Un error que cometen muchas parejas es vivir con algunos de los suegros. Es muy importante que la nueva pareja tenga su propia casa, suficientemente distanciada de los padres de ambos.
Además de traer posibles fricciones entre suegros y yernos o nueras, esta convivencia con la familia de origen de alguno de los dos puede traer sus propias fricciones a la pareja, y no les permite afirmar su propia personalidad como nueva familia.
Y, en segundo lugar, “dejará” a su padre y a su madre en el sentido de la dependencia emocional, y en cuanto a la toma de decisiones y la forma en que se manejará el nuevo hogar. Nadie debe entrometerse en la intimidad de la nueva familia, en cómo manejan sus cuestiones de diversa índole (económicas, laborales, recreativas, educación de los hijos, etc.), pero pueden dar un consejo si se lo piden.
Una de las cosas que más entusiasman en la vida es formar un nuevo hogar e ir imprimiéndole la propia identidad. Y es la única forma de madurar, dé crecer. Cuando sentimos que somos soberanos de nuestra vida, de nuestro hogar, y sabemos que todo depende de nosotros para la subsistencia y el estilo de vida, nos hacemos fuertes y nos desarrollamos como personas.
DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES 2015
EL TESORO ESCONDIDO
Un encuentro con Dios en tu juventud
Por: Pablo M. Claverie
0 comentarios:
Publicar un comentario