El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22.
Si hay un factor que puede contribuir grandemente a la felicidad de la pareja y del hogar es la disposición alegre y el buen humor.
Es sabido que la alegría y la risa contribuyen a la liberación de endorfinas, que son sustancias que se encuentran en nuestro organismo y actúan “sobre los receptores que causan analgesia, además de producir un efecto sedante similar a los que genera la morfina… Es por esto que las endorfinas son consideradas nuestros opioides endógenos, es decir producidos por nuestro organismo.
“Los estudios demuestran que las endorfinas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor”.*
Todas las personas tienen problemas. Y en todos los hogares también hay problemas. Pero podemos elegir concentrarnos en ellos, tener una visión melancólica, dramática y aun trágica de la vida, o cultivar un espíritu valiente y tenaz, y ser capaces de reímos de nuestras “desgracias”.
Algunos piensan que el buen humor y la risa son formas de evasión. Pero la realidad es que, si bien nos distraen de los problemas, nos colocan en tal disposición de ánimo que podemos ver y afrontar esos mismos problemas con otro “espíritu”, con otro temple y otra perspectiva.
Cuando hablamos de humor, no nos referimos a reímos “de otros”, y ridiculizar sus defectos. Un seguidor e imitador de Cristo solo hará cosas que tiendan a elevar y fortalecer la autoestima de su prójimo. Se trata de poder reírnos “con otros”, parodiando, quizá, aun nuestros problemas, para asignarles otro significado, otro peso en nuestra existencia.
También es importante, por tu salud mental, aprender a reírte de ti mismo; no “tomarte tan en serio”. No tener un sentido tan exagerado de tu importancia que no seas capaz de “hacer el ridículo” y relativizar tus dificultades o defectos. La sencillez de corazón, en relación con tu propia estima, te puede ayudar a no tomar con tanta gravedad los pequeños o los grandes contratiempos.
DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES 2015
EL TESORO ESCONDIDO
Un encuentro con Dios en tu juventud
Por: Pablo M. Claverie
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