California siempre ha estado a la espera de un gran terremoto destructor y de acuerdo con un nuevo reporte del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), las probabilidades de que sea de magnitud 8.0 en la escala de Richter casi se han duplicado.
Para tener una idea del la magnitud, basta con recordar que el terremoto de Northridge en 1994 fue de 6.7.
Según Ned Filed, autor del reporte del USGS el incremento en las probabilidades (de un 4.7% a 7.0%) se deben a la inclusión en las estimaciones que los terremotos ya no están limitados a fallas individuales si no a muchas de forma simultánea.
Los científicos han llegado al entendimiento que en un terremoto puede empezar en una falla y saltar a otra.
El reporte menciona como ejemplo un terremoto de 7.2 que ocurrió en abril del 2010 en la zona fronteriza entre California y México.
Según los científicos este sismo y sus réplicas, desencadenaron movimientos telúricos en al manos seis fallas, incluyendo la de Elsinore y San Jacinto.
El estudio del USGS también revela que los terremotos pueden 'saltar' entre fallas,aunque estas no estén necesariamente conectadas unas con las otras.
El mejor ejemplo de estos 'saltos' es el terremoto de 9.0 que impactó Japón en el 2011. Ahí varias fallas colapsadas contribuyeron para provocar el tsunami y el desastre nuclear de Fukushima.
"A medida que el inventario de fallas en California ha crecido, queda claro que no estamos lidiando con fallas separadas sino con un vasto sistema que está muy bien interconectado", reza el reporte.
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