Como todos lo vemos y sabemos muy bien, en este mundo reina la injusticia y la falta de equidad. Un porcentaje relativamente pequeño de personas viven en lujo, en contraste con la enorme multitud que lucha para apenas sobrevivir. La brecha entre los ricos y los pobres parece crecer continuamente; y lo que la empeora es que muy a menudo los ricos se vuelven más ricos al explotar a los pobres. Por toda la Biblia, Dios ha advertido acerca de esta explotación, y los que no se arrepientan y se aparten tendrán mucho que responder en el día del Juicio.
Lee el Salmo 49. ¿Cómo se enlaza con lo que leímos ayer? ¿Cuál es el mensaje básico de este Salmo? ¿Dónde encontramos el evangelio aquí? ¿Qué esperanza definitiva y final se presenta?
Es muy fácil enredarse en las cosas de este mundo, especialmente si tienes muchas, como los ricos. No obstante, el Salmo dice, como ya todos lo sabemos, que las cosas de este mundo son muy pasajeras y temporarias, y se pierden con mucha facilidad. De la noche a la mañana, todo aquello para lo cual trabajaste, todo aquello que luchaste por conseguir, todo lo que es importante para ti, puede serte quitado, perdido o destruido. Todos vivimos al borde de un precipicio, por lo menos en esta vida. Afortunadamente, como muestra el Salmo, y lo certifica en muchos lugares el resto de la Biblia, esta vida no es todo lo que existe.
Concéntrate en los versículos 7 al 9 de este Salmo. Dado el contexto inmediato, ¿qué está queriendo transmitir? ¿Cómo muestra que todos nosotros, ricos y pobres, dependemos en última instancia de Cristo para la salvación?
¿Te has encontrado alguna vez celoso de aquellos que tienen más que tú? Si es así, ¿por qué es tan importante que entregues esos sentimientos a Dios? ¿De qué modo esas emociones interfieren con tu vida espiritual, con tu relación con Dios y con tu fe en general? ¿Cómo puede el concentrarte en Jesús, y en su salvación, ayudarte a liberarte de la
David solamente comprendió el destino de los justos y el de los impíos cuando entró al santuario para adorar. La adoración a Aquél o aquello que usted adora es que determina la diferencia. En Salmos 49, que no es de David, es declarado que aquellos que se adoran a sí mismos, su sabiduría y su importancia son: “como los animales que perecen”. – {Salmos 49:10-12.
No hay esperanza ni futuro para los impíos. Todos ellos van para la sepultura y el único recuerdo de ellos que permanece por algún tiempo es el nombre que dieron a sus tierras. (Salmos 49:11)
Nadie es salvo de la muerte por su propio mérito. Nadie puede comprar el rescate para su vida.”Tal rescate es muy costoso; ningún pago es suficiente. Nadie vive para siempre sin llegar a ver la fosa”. {Salmos 49:8-9 – Nueva Versión Internacional.
Sin embargo aquellos que adoran al Dios Creador y Redentor, tiene una preciosa esperanza: “Pero Dios me rescatará de las garras del sepulcro y con él me llevará”. - Salmos 49:15 – NVI. El rescate y la redención no tienen precio, pero tiene un valor. El valor es la sangre de Aquél que por su muerte venció a la muerte y a la sepultura.
Todo aquél que por la fe se apodera de ese valor, es rescatado. No obstante, la fe precisa conducir a la adoración de Aquél a quién por el valor de su sangre pertenece el poder para rescatar. “ Gritaban a gran voz: ¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!... y adoraron a Dios” - {Apocalipsis 7:10-11 – NVI.
La salvación pertenece solamente a Uno – a Dios y al Cordero que fue muerto. Fuera de Él no hay ningún otro y ni otro medio para abrir la sepultura. “irá a reunirse con sus ancestros, sin que vuelva jamás a ver la luz”. - {Salmos 49:19 – NVI.
Piense: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, - {Romanos 3:23 – RV.
Desafío: “Aunque tuvieron tierras a su nombre, sus tumbas serán su hogar eterno, su morada por todas las generaciones”. - {Salmos 49:11 – NVI.
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