Este martes, la costa este de EE.UU. sufrió el terremoto más intenso registrado desde 1897, con una intensidad de 5.9 grados en la escala de Richter.
A pesar de su intensidad, el terremoto sólo causó daños menores. Los edificios de la embajada de Ecuador y la Catedral de Washington fueron los dos más perjudicados: tres pináculos en la torre central se rompieron por el movimiento.
El terremoto se sintió poco antes de las 14.00 hora local en ciudades como Washington, Nueva York; en los de estados Nueva Jersey, Virginia y hasta en Canadá.
A consecuencia del caos y el nerviosismo de la población, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) exhortó a los estadounidenses a comunicarse mediante mensajes de texto (SMS) y correos electrónicos para evitar saturar las líneas telefónicas.
Decenas de edificios públicos, museos y atracciones turísticas fueron evacuados y los servicios de emergencia se saturaron con llamadas, pero no se reportaron heridos.
Miles de trabajadores asustados salieron a las calles, lo que ocasionó retrasos y embotellamientos de tránsito.
Las líneas de trenes y metro sufrieron severos retrasos en la capital del país, lo mismo que los aeropuertos J.F.K. y Newark de Nueva York que registraron demoras de hasta 40 minutos.
El epicentro del terremoto se localizó en el estado de Virginia en donde las autoridades federales informaron que dos reactores nucleares fueron apagados de forma automática.
El terremoto, que duró unos cinco segundos, dejó en el suelo productos de tiendas y estanterías de oficinas.
El pánico entre los habitantes de la costa este de EE.UU. se debió a que normalmente esa zona no registra sismos de esta magnitud.
viaBBC
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