mayo 15, 2015

¡Tocad trompeta en Sión! | Matutina para Adultos 2015

Margarita-Paisaje-Escénico-Montañas-Valle

“¡Tocad trompeta en Sión, proclamad ayuno, convocad asamblea, reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños, aun a los que maman! […] Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: ‘Perdona, Jehová, a tu pueblo ’ ” (Joel 2:15-17).
De todos los profetas que llamaron a Israel al arrepentimiento, Joel es el que lo hace con mayor vehemencia. Con un lenguaje sobrecogedor, pide al pueblo que se reúna en santa convocación al son de trompetas y haga ayuno, llanto de contrición, se vista de saco, lacere sus corazones, se convierta al Señor y que los sacerdotes pidan el perdón divino. ¿A qué se debía este conmovedor llamamiento a la reconsagración?
El motivo de este anuncio era triple: primero, una plaga de langostas, seguida de una pertinaz sequía había devorado todo alimento en los campos haciendo desaparecer los recursos de supervivencia del pueblo, incluso el vino, el aceite y la harina de las ofrendas y libaciones del templo.
En segundo lugar, las langostas, como caballos de guerra, y la sequía, como el fuego que todo lo destruye, eran un preludio simbólico de la próxima invasión caldea. En tercer lugar, esos desastres eran presagio del día del Señor: “¡Ay de aquel día! porque cercano está el día de Jehová; vendrá como destrucción de parte del Todopoderoso.
[…] grande es el día de Jehová y muy terrible. ¿Quién podrá soportarlo?” (Joel 1:15; 2:11). Dando al lenguaje un sentido escatológico, Joel indica que las langostas eran los heraldos divinos de terrores inminentes. Elena de White dice que el profeta Joel describe el estado de la tierra durante la cuarta plaga, inmediatamente antes de la Segunda Venida (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 15).
En realidad, no se señalan pecados específicos en el pueblo, como hacen otros profetas, porque lo que aquí se pretende es motivar al pueblo para que se presente ante Dios, cada uno según su necesidad, con humildad y arrepentimiento y, en este sentido, Joel ofrece un mensaje al pueblo de Dios de todos los tiempos, ¡cuánto más a los que vivimos en el umbral del día del Señor! Joel, profeta del Pentecostés, de la lluvia temprana y tardía, es un profeta para el pueblo adventista.
Pero no hay llamamiento sin promesa. Las bendiciones anunciadas por Joel, como respuesta al reavivamiento, son tres: prosperidad material y espiritual, una gran efusión del Espíritu Santo y la justificación y vindicación del pueblo de Dios en el juicio de las naciones en el valle de Josafat.
Sin dilación, sigamos la orden del profeta: “¡Tocad trompeta en Sión!”
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015 Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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