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Llegando luego los criados de Absalón a la casa de la mujer, le dijeron: “¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les respondió: “Ya han pasado el vado de las aguas 2 Samuel 17:20
Bahurim era un caserío olvidado en Israel hasta que una mujer, cuyo nombre se desconoce, contribuyó a salvar la vida de un rey. Eran los tiempos de la rebelión de Absalón contra David, su padre. David había huido de Jerusalén para evitar un baño de sangre. Ahitofel, eminente consejero y abuelo de Betsabé, la mujer que David le quitó a Urías, quería vengarse de David, y asesoraba a Absalón. Este había reclutado a doce mil hombres para pelear contra David.
Pero David envió al bando de Absalón a Husai, otro consejero, a fin de contradecir a Ahitofel, quien urgía al rebelde a atacar antes que David escapara. Ahitofel encabezaría las tropas y mataría al rey. Absalón lo aprobó, pero Husai le recomendó esperar, hasta juntar un ejército más numeroso para asegurar la victoria, y Absalón le hizo caso a Husai.
Husai tenía que comunicarse con David. Tenía dos corredores leales, Jonatán y Ahimaas, para llevar el mensaje al rey. Pero un partidario de Absalón los descubrió, y el golpista ordenó perseguirlos.
Los jóvenes les llevaban una pequeña ventaja a sus perseguidores cuando llegaron a Bahurim Ahí una mujer los escondió en un pozo vacío, extendió una manta y puso grano encima como si se estuviera secando al sol. Cuando los perseguidores llegaron, la mujer les dijo que los fugitivos acababan de cruzar el río.
Los soldados se fueron. Entonces Jonatán y Ahimaas salieron del pozo, corrieron hasta el campamento de David, y entregaron el mensaje: el rey debía huir más allá del Jordán, y preparar su defensa. Cuando Absalón atacó, David tenía un ejército disciplinado que ganó la victoria.
Dios había guiado a Jonatán y Ahimaas a la casa de esa mujer, la cual despistó a los perseguidores.
En la hora del apuro la ayuda no siempre viene de la mano de los poderosos. En esa ocasión vino de una mujer campesina. En la guerra contra el pecado tú también puedes ayudar a un Rey, a nuestro Rey Jesús.— Leticia Campechano.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015 Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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