mayo 31, 2015

Amor que no mengua | Matutina para Mujeres 2015

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia’’. Jeremías 31:3
César es un joven apuesto y simpático. Creció en el amor y temor a Dios. Disfrutaba los cultos familiares y mostraba interés genuino en las enseñanzas bíblicas. En ocasiones, asombraba a sus progenitores con respuestas que revelaban su profunda comprensión de los temas bíblicos. Era un joven con buenas aspiraciones.
Con el paso del tiempo, su relación con Cristo se enfrió y César sucumbió a las presiones de amistades que lo alejaron del camino recto. Sufrió desencantos aquí y allá, y se separó de su familia carnal y de su familia espiritual. Tomó decisiones equivocadas que le causaron dolor y sufrimiento. Se vio atrapado en circunstancias que nunca imaginó; sin embargo, su familia siempre mostró amor e interés en su bienestar.
Un día se acercó a su madre y, con lágrimas, confesó:
-Lo que estoy viviendo me sucede por no haberte escuchado. Sé que deseabas evitarme este problema. Estoy cansado de esto. No puedo seguir así.
-Hijo, estoy aquí para ayudarte. Siempre te he amado y te amaré. Nada menguará mi amor por ti. Anhelo verte feliz. Y recuerda: eres hijo de Dios y él tiene planes positivos para ti. Dale la oportunidad de guiarte.
Esta escena se ha repetido muchas veces. César es “una vida en reconstrucción”. Su madre sigue orando por él, le prodiga amor y le recuerda que Dios lo ama y desea restaurarlo.
Este no es un caso aislado. Muchos padres suspiran por el bienestar de sus hijos que se han alejado del Señor. O quizá tú reconoces que le has fallado a Dios. No entiendes cómo te sigue amando, cómo te llama y te extiende su misericordia a pesar de tus recaídas. Hoy Dios te recuerda que él te ama siempre. Anhela que recapacites y te vuelvas a él, para conducirte por el camino de la dicha.
 Y aunque otros nos den la espalda, Dios es fiel y dice: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jer. 31:3). Regresa hoy a él con la seguridad de ese amor que no mengua.— Rhodi Alers de López.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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