enero 31, 2013

El enigma del carbón que contamina a China

45543_10151367405559411_510466032_n Los habitantes de Datong llaman a su ciudad la capital china del carbón, y no es muy difícil enterarse porqué. Fuera de la ciudad se pueden ver enormes torres mineras y edificios que dejan cicatrices en el terreno.

En una de las minas de carbón, las palas mecánicas trabajan sin descanso. Arrastran grandes montañas del mineral cerca de los camiones que lo van a transportar. El aire está lleno de suciedad, ennegrecido por el polvo de carbón.

Es un negocio sucio, pero en China es un trabajo crucial. El carbón ha alimentado el boom económico del país, triplicándose su consumo en poco más de una década.

Actualmente, China quema casi el mismo carbón que consume el resto del mundo junto. Pero eso está dejando a muchas ciudades, incluida Pekín, sofocadas por un peligroso smog.

Muchas personas en la capital afirman que la contaminación este mes ha sido la peor de la que se tiene memoria.

Los hospitales han sido inundados por jóvenes y ancianos con problemas respiratorios en momentos en que la contaminación ha sobrepasado niveles que la Organización Mundial de la Salud considera peligrosos.

Un estudio reciente, llevado a cabo por Greenpeace East Asia y la escuela de salud pública de la Universidad de Pekín estima que la contaminación del aire ha causado más de 8.000 muertes prematuras en cuatro grandes ciudades chinas el año pasado.

El carbón es usado para producir dos tercios de la energía que consume China y es la principal fuente de contaminación junto con los millones de automóviles que recorren las vías del país.

Pero el smog que produce el carbón ha hecho que muchos se cuestionen el modelo económico del país.

Yang Fuqiang, exinvestigador de política energética del gobierno y ahora alto asesor del Consejo de Defensa de Recursos Naturales, afirma que en estos momentos se necesita reducir la dependencia china de la industria pesada.

"Tenemos que cambiar. La contaminación causada por el carbón es simplemente muy severa", señala. "Si no pasa nada, la indignación pública en las grandes ciudades seguirá aumentando".

"El gobierno necesita restringir el uso de carbón y desarrollar tecnología limpia más eficiente".

En Pekín, las autoridades han cerrado fábricas y restringido el uso de automóviles para tratar de reducir la contaminación. A la gente se le está pidiendo que cierre las ventanas de sus viviendas. La venta de purificadores de aire y tapabocas ha aumentado de manera tan impresionante que muchas tiendas sencillamente ya no tienen estos productos.

A largo plazo, China está invirtiendo de manera considerable en energía hidroeléctrica y otras fuentes renovables. Tanto así que se considera un líder mundial en tecnologías verdes.

Pero con la demanda de energía en aumento año a año, el consumo de carbón también se ha incrementado.

Este jueves la agencia de noticias oficial china Xinhua informó que las autoridades han establecido una meta con el fin de reducir el crecimiento de consumo de energía, de carbón en particular.

Pero cualquier esfuerzo para ponerle un límite al consumo chocará con la resistencia de los gobiernos locales, que temen restricciones a su crecimiento económico.

Sin embargo, muchas personas en las grandes ciudades quieren que las autoridades tomen medidas duras para mejorar la calidad de vida. En todo caso, en las sombras de las minas de carbón en Datong, hay otras expectativas.

CHINA-POLLUTION/

Imágenes by RT via BBC

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