En Gálatas 3:23, Pablo dice que “antes que viniese la fe, estábamos confinados [encerrados] bajo la ley”. Pablo se refiere a los creyentes judíos en Galacia, que estaban familiarizados con la Ley, y les habla a ellos en especial a partir de Gálatas 2:15. Esto se puede ver en el contraste entre “[nosotros] estábamos”, en Gálatas 3:23, y el “[vosotros] sois”, de Gálatas 3:26.
Gálatas 3:23 dice: “Antes que viniese la fe” (en griego dice: “antes de que la fe” viniese). Como Pablo contrasta el lugar de la Ley antes de la venida de Cristo y después de ella (Gál. 3:24), “la fe” es probable que se refiera a Jesús mismo y no a la fe cristiana.
Pablo dice que los judíos estuvieron encerrados “bajo la ley” antes de que viniera Cristo. ¿Qué quiere decir él con “bajo la ley”? Compara Gálatas 3:22 y 23 con Romanos 6:14 y 15; 1 Corintios 9:20; Gálatas 4:4, 5 y 21; y 5:18.
Pablo usa la frase “bajo la ley” doce veces en sus cartas. El contexto sugiere dos connotaciones diferentes:
1. “Bajo la Ley” como un modo alternativo de salvación (Gál. 4:21). Los adversarios trataban de obtener la justicia que da vida por la obediencia, pero Pablo aclaró que esto era imposible (Gál. 3:21, 22). Más tarde, Pablo señalará que al desear estar bajo la Ley, los gálatas estaban rechazando a Cristo (Gál. 5:2-4).
2. “Bajo la Ley” en el sentido de estar bajo su condenación (Rom. 6:14, 15). La Ley no puede expiar el pecado; la violación de sus demandas resulta en condenación. Esta es la condición de todos los seres humanos. La Ley actúa como un carcelero, encerrando a todos cuantos la violaron y trajeron sobre sí la sentencia de muerte. Como veremos en la sección de mañana, la palabra ayo [o guardián] (Gál. 3:23, 24) indica que este es el sentido que Pablo le da aquí a la frase “bajo la Ley”.
Una palabra griega relacionada con esta, énnomos, traducida generalmente como “bajo la Ley”, significa “dentro de la Ley”, y se refiere a vivir dentro de las demandas de la Ley por medio de la unión con Cristo (1 Cor. 9:21). Por “las obras de la Ley”, es decir, tratando de guardar la Ley separados de Cristo, es imposible ser justificado, porque solo los que por medio de la fe son justos vivirán (Gál. 3:11). Esta verdad no anula la Ley; solo muestra que la Ley no puede darnos vida eterna.
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