agosto 02, 2014

Serotonina para el alma | Matutina para Mujeres

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“Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo”.
Salmo 100:2.
Un día desperté sin ganas de levantarme. Sentía que no tenía motivo alguno para hacerlo. Había alcanzado muchas me- tas, tanto profesionales como persona-les, pero ya no tenía nuevos desafíos.
Comencé a funcionar por inercia y poco a poco dejé de comer, de dormir y solo sentíamucha angustia  y ganas de llorar sin parar. Fue mi hermana quien me llevó a un centro médico para una evaluación. El diagnóstico fue impactante: Depresión crónica hereditaria.
Fisiológicamente tenía problemas para captar serotonina, sustancia que se produce en nuestro cuerpo y nos permite cumplir funciones biológicas básicas como el sueño, el apetito, la risa, entre otras. Me rodearon de médicos, psicólogos y psiquiatras. Comencé a tomar muchos medicamentos que me tenían a medio funcionar. Comencé a sentirme abandonada en mi iglesia, cuestionada por mi falta de fe en Dios.
Quedaron muy pocas personas a mi lado y fue muy doloroso para mí sentir el abandono de aquellos que creí que estarían conmigo. Dios nunca me abandonó, fue mi compañero inseparable en cada momento, con quien podía llorar sin sentirme culpable de hacerlo, quien comprendía el dolor y el malestar que sentía.
La vida es una guerra que nos obliga a enfrentar muchas batallas, pero llega un momento cuando nuestro cuerpo nos exige descansar. Eso era. Mi cuerpo quería descansar para retomar las luchas cotidianas. Llevaba dos meses sin querer levantarme, prácticamente dejé de existir, hasta que un día mi padre me dijo: “Hija, te voy a confesar algo que nunca le he dicho a nadie: yo soy un depresivo crónico, pero nadie lo supo. Mi única medicina fue servir a Cristo, y eso llenó de serotonina mi alma”. Esas palabras fueron una inyección de energía y esperanza en mi vida.
No alcanza con amar a Dios; la ecuación se completa cuando le servimos. ¡Qué maravilla! Poco a poco comencé a eliminar la medicación. Dios hizo el milagro de llamarme para servirle: me casé con un hombre maravilloso que se dedica a servir a Dios tiempo completo, un pastor. Y juntos nos gozamos sirviendo a la iglesia, y eso, como diría mi amado padre que ya duerme, llena de serotonina mi alma.
Noemí Ríos, Chile

ECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com

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