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“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él [...] entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. Josué 1:8.
Una hermana de la iglesia me dijo: “Veo que la iglesia está muy fría; recuerdo que cuando era una pequeña congregación había más fervor espiritual y era más unida”. Me pregunté cómo una congregación de pocos miembros, reunida en un local rústico, sin el mobiliario y los equipos necesarios, podía ser unida y de gran fervor espiritual, en cambio ahora, ya organizada, con muchos miembros, un hermoso templo construido de material noble, equipos modernos y muchos líderes estaba pasando por un resfrío espiritual.
Traté de encontrar una respuesta y entendí que no importa la cantidad de miembros para que haya fervor espiritual y unidad, sino la consagración a Dios. Por eso, me reuní con las hermanas coordinadoras del Ministerio de la Mujer para hallar la manera de fortalecer la espiritualidad de la iglesia.
Organizamos una “Jornada de Comunión con Dios”, que consistió en reunirnos todas las mañanas a las 5:00 en el templo durante catorce días, usando como guía el estudio “Yo, mujer”, basado en experiencias de mujeres de la Biblia que sirvieron a Dios con fidelidad.
Invitamos a todas las damas de la iglesia, porque mucho depende de la formación espiritual que nosotras demos a nuestros hijos en el hogar. Con el paso de los días algo sucedió en nosotras; no éramos las mismas, muchos problemas matrimoniales desaparecieron, vimos hermanas más alegres, cordiales. Dios hizo grandes milagros en esos catorce días.
El último día fue una jornada especial de comunión familiar. Invitamos a los esposos e hijos a participar y escuchamos sus testimonios de cómo Dios había transformado la vida de todos en la familia. Terminamos con un círculo de oración familiar y momentos de reconciliación.
Vimos padres abrazados con sus hijos perdonándose y llorando de felicidad. Seguimos buscando a Dios cada mañana en nuestros hogares, mediante la devoción personal y el culto familiar. Los domingos a las 5:00 nos reunimos en la iglesia, porque hemos entendido que sin Dios no hay reavivamiento ni reforma.
Deysy Cabello Bustillos de Segura, Perú
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014 DE MUJER A MUJER Recopilado por: Pilar Calle de Henger
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