agosto 17, 2014

Con Cristo todo lo puedo | Matutina para Mujeres

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“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13.
Siempre soñé con tener un título universitario, pero al privilegio que significó laborar en el ministerio, junto a mi esposo, se sumó la responsabilidad ante la iglesia, y por muchos años no pude lograrlo. A pesar de que mi vida de estudiante había quedado muy atrás, a los 52 años ingresé a la más prestigiosa universidad de Bolivia, San Andrés, para estudiar la carrera de Lingüística e Idiomas (Inglés) y la terminé en solo cuatro años y medio.
La promesa de que “todo lo podría en Cristo que me fortalece” me dio la fuerza necesaria para avanzar en este desafío. Mi lema “Nada es imposible para Dios” me mantuvo en íntima comunión con él y me propuse dar a conocer al Señor y su poder dentro de la universidad. Conversaba y compartía las verdades bíblicas con mis docentes y compañeros.
Siempre estudié para obtener la mayor calificación en los exámenes y las exposiciones orales. Preparaba mis trabajos con mucha dedicación y anticipación. Al dar un examen escrito, con la prueba en mis manos, inclinaba mi cabeza y elevaba una oración a Dios pidiendo que fuera él quien me recordara lo estudiado y me diera precisión en las respuestas. En muchas ocasiones, mis compañeros y docentes observaban lo que hacía.
Tuve la oportunidad de exponer acerca de la fe y el poder de la oración, y con el tiempo ellos también la practicaban. Aprendía capítulos enteros de la Biblia en inglés y francés para repetirlos en clase con el fin de dar a conocer el mensaje de Dios para sus hijos.
Ahora tengo la certeza de que mi Padre celestial cumplió su promesa concediéndome el promedio más alto (89,99) y una graduación premiada por la excelencia. Puedo confirmar que el éxito en todo lo que se emprende en la vida tiene una fórmula: esfuerzo humano más poder divino (EH+PD).
Querida amiga, seas joven o mayor, te animo a experimentar las promesas divinas en tu vida. El Señor te dice hoy: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isa. 41:10). Con él puedes hacer grandes cosas para honra y gloria de su nombre.
Elizabeth Acuña de Cornejo, Bolivia

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014 DE MUJER A MUJER Recopilado por: Pilar Calle de Henger

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