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“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y con fía en él; y él hará”. Salmo 37:4,5, 7.
Soy una esposa joven y estos versículos me han ayudado a poner todos mis planes en manos de Dios. El más grande de esos proyectos fue el de formar un hogar. A los quince años empecé a orar para que Dios me concediera un buen esposo. Un día conocí a un joven aspirante al ministerio y juntos entregamos nuestra relación a Dios y nos casamos.
Días antes de nuestra boda le comunicaron a mi esposo que no continuaría en el ministerio pastoral sino que lo necesitaban en el colportaje. Juntos oramos y aceptamos este nuevo desafío con la absoluta seguridad de que esa era la voluntad de Dios.
Con mucha alegría iniciamos nuestra labor como mensajeros de esperanza llevando el mensaje de salvación a las personas mediante la página impresa en los lugares que nos asignaron. Pudimos experimentar, como dice el profeta en Isaías: “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: ¡Tu Dios reina!” (Isa. 52:7).
Fue un año de muchos milagros y bendiciones, y fuimos testigos e instrumentos de salvación de las personas que se convirtieron a Cristo como fruto de este ministerio.
Al terminar el período, mi esposo fue llamado nuevamente al ministerio pastoral. Agradecidos al Señor, aceptamos la invitación con el corazón dispuesto a servirlo doquiera nos enviara. Como esposa de pastor diariamente pido sabiduría para ser ese apoyo y ayuda idónea que mi esposo necesita como persona y como pastor.
Querida amiga, te invito a entregar todos tus planes, sueños y proyectos en las manos del Dios todopoderoso. Si no ves con claridad el propósito del Señor, no te hagas preguntas. La verdadera razón es “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo jehová. Como son más altos los cielos de la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isa. 55:8, 9). Razón suficiente, ¿no crees?
Paulina I. Sailema Yancha de Zambrano, Ecuador
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014 DE MUJER A MUJER Recopilado por: Pilar Calle de Henger
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