abril 24, 2014

Hermosos pies | Matutina para Mujeres

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“¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien [...]! Isaías 52:7.
¡Cuán importantes son los pies! Desde los primeros pasos nos soportan y nos transportan adonde vayamos. No obstante, ¡cuán poco los cuidamos! A veces los desestimamos y hasta los maltratamos. Por el contrario, la Biblia los elogia: “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas!”
Hermosos eran los pies del apóstol Pablo. ¿Cuántas millas habrán caminado en sus tres viajes misioneros por las tierras bíblicas? Polvorientos, infatigables, transpirados, pero hermosos. ¿Y los pies de Cristo? Cada día, Jesús recorría aldeas enteras sanando, enseñando y predicando el evangelio.
Pies polvorientos, incansables y horadados. ¡Los más hermosos pies!
Siempre ha habido pies “hermosos”. Los de la mujer samaritana, que corrieron presurosos a dar las nuevas del Mesías; los de Guillermo Carey, que caminaron durante cuarenta años por la India para llevar el evangelio; los de David Livingstone, que recorrieron durante más de treinta años las selvas africanas para llevar el mensaje de salvación.
Hoy también hay pies bellos, pero ¡no son suficientes! Se necesitan más pies que se animen a caminar para llevar buenas noticias, pues hay muchas almas desesperanzadas que necesitan saber que Jesús es real y que da significado a la vida.
Ese era el caso de otro Pablo, un hombre encadenado por el vicio. Sus pies corrían tras la cerveza, abusando de su esposa y haciéndola infeliz. Pero un día, juntos, comenzamos a estudiar la Biblia. Los primeros textos: “La cerveza es alborotadora”, “no mires al vino cuando rojea”, “¿para quién será el ay?”, “Todo lo puedo en Cristo”. Estudiamos por más de un año y gracias al poder de Cristo, Pablo venció, y él y su esposa se bautizaron.
Los pies de Pablo fueron transformados, ya no corren más tras la cerveza alborotadora, ahora sus hermosos pies anuncian “el evangelio de la paz” en su pueblo natal.
Tal vez tú y yo no tengamos lindos pies, quizá sean planos o muy arqueados; muy grandes o arrugados, pero por la gracia de Jesús podemos embellecerlos “calzándolos con el apresto del evangelio”.
Argelia de Rodríguez, Uruguay

 

LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com

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