“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Mateo 26:41.
Mamá sigue intercediendo de rodillas por cada uno de nosotros, sus hijos, y por las personas que Dios puso en nuestra vida, cual ángeles y canales de bendición en esta tierra. Sin duda, la escena de verla orar bajo la lluvia marcó nuestros sentimientos y nuestra percepción de una vida coherente entre lo que creemos y lo que hacemos.
La relación diaria que mantenemos con Dios afecta nuestro discernimiento en todos los aspectos de la vida. Los ángeles están prestos a venir en nuestra ayuda, para darnos el oportuno socorro cada día. Por muy desesperada que sea la situación de debemos enfrentar, la oración intercesora de un padre o de una madre de corazón sincero es escuchada y atendida con especial dedicación.
Cristo, roca firme, único refugio y bálsamo para las noches más negras de nuestra vida, está presto a oír nuestro clamor. Aún el sufrimiento, no siempre escuchado o dimensionado por el convulsionado mundo en que vivimos, es aliviado tras la ferviente y sincera oración intercesora.
No perdamos la oportunidad de experimentar las bendiciones de una vida de intercesión por nuestros amados y por los que aún no conocen la verdad del evangelio que transforma, rescata y salva.
No solo mamá tenía problemas con sus rodillas. Las mías tampoco fueron suficientes para sostenerme, hasta que Dios permitió que tuviera un accidente automovilístico donde perdí la sensibilidad de mis rodillas. Por eso, hoy puedo estar mucho tiempo arrodillada y no experimento dolor, cansancio ni molestias, lo que me permite poner en práctica el ejemplo que me dejó mi madre.
A pesar de su avanzada edad, mamá continúa su “ministerio de oración intercesora”. Disfruta de sus ocho nietos, frutos de las familias de sus tres hijos, que hoy trabajamos como obreros fieles en la causa del Señor.
Querida amiga, aparta un día especial para estar a solas con Dios, busca un altar de oración, y que tus hijos sean el principal motivo de tu intercesión. Busca a Dios con corazón contrito y humilde. Seguramente él te bendecirá como lo ha hecho conmigo y con mi querida mamá.
Sissi Alvarado de De la Fuente, Chile
LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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