“Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas”. Salmo 17:8.
Hace tiempo recibimos en nuestro hogar la visita de unos queridos amigos a quienes no vemos con frecuencia. Nos tomó bastante tiempo ponernos al día con las cosas que habían sucedido en los años que no nos vimos.
En un momento de la conversación, nuestro amigo dijo que nos consideraba “mimados por el Señor”, ya que era notable la forma como Dios había conducido nuestras vidas. Sonreímos al escuchar esta expresión y estuvimos de acuerdo. Al despedirnos, además de atesorar los lindos momentos que compartimos, reflexioné en la frase “mimados por el Señor”.
Busqué en el diccionario la definición de esta palabra. Mimado quiere decir favorecido, halagado o festejado. ¿Qué es lo que hace que podamos considerarnos favorecidas, halagadas o festejadas por nuestro Dios? Es fácil pensar que esto es verdad cuando todo va bien, cuando el camino que recorremos no tiene mayores obstáculos, cuando recibimos respuestas positivas a nuestras peticiones.
Sin embargo, todas atravesamos momentos difíciles, situaciones amargas, problemas familiares, dificultades laborales, enfermedad, luchas personales y otras situaciones que pueden distorsionar la visión que tenemos de Dios y dudamos de su presencia a nuestro lado, o peor aún, no nos consideramos favorecidas por él. ¿Qué hacer en esos momentos? ¿Continuar considerándonos favorecidas o autocompadecernos pensando que Dios nos ha abandonado?
Cuando atravieses una situación difícil y el desánimo golpee la puerta de tu corazón, busca al Señor con las palabras de David: “Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas”. No pierdas la certeza de que en esos momento duros también eres una hija mimada por tu Padre celestial.
El amor de Dios es más grande que nuestra limitada comprensión. Él te dice: “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé [...]. No temas, porque yo estoy contigo” (Isa. 43:4, 5).
Confía en esta preciosa promesa. Dios es poderoso, capaz de transformar cualquier situación difícil en una bendición, porque te ama y nunca dejará de considerarte su hija mimada.
Karina Stecler de Guzmán, Argentina
LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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