Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 15:7.
La oración es el medio para obtener bendiciones que no recibiríamos de otro modo. Los patriarcas eran hombres de oración, y Dios hizo grandes cosas para ellos. Cuando Jacob dejó la casa de su padre para ir a una tierra extraña, oró en contrición humilde, y en las horas de la noche el Señor le respondió por medio de una visión.
Vio una escalera, brillante e iluminada; su base reposaba en la tierra, y su peldaño más alto alcanzaba el cielo más alto... Después, mientras regresaba a la casa de su padre, luchó con el Hijo de Dios toda la noche, hasta el amanecer, y prevaleció. Se le dio la seguridad: "No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido" (Gen. 32:28).
José oró, y fue preservado del pecado en medio de influencias que habían sido calculadas para apartarlo de Dios. Cuando fue tentado a dejar el camino de la pureza y la rectitud, dijo: "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" (Gen. 39:9).
Moisés, quien oraba mucho, era conocido como el hombre más manso sobre la faz de la tierra. Por su mansedumbre y humildad fue honrado por Dios, y cumplió con fidelidad las responsabilidades elevadas, nobles y sagradas que se le habían confiado. Mientras conducía a los hijos de Israel por el desierto, vez tras vez parecía que serían exterminados por causa de sus murmuraciones y rebelión. Pero Moisés fue a la Fuente misma de poder; colocó el caso ante el Señor...
Daniel era un hombre de oración, y Dios le dio sabiduría y firmeza para resistir cada influencia que conspiraba para atraerlo a la trampa de la intemperancia. Incluso en su juventud fue un gigante moral en la fortaleza del Poderoso...
En la prisión de Filipos, mientras sufrían por los crueles latigazos recibidos, Pablo y Silas oraron y cantaron alabanzas a Dios, y los ángeles fueron enviados del cielo para librarlos. La tierra tembló bajo los pasos de estos mensajeros celestiales, y las puertas de la prisión se abrieron súbitamente y dejaron libres a los prisioneros... Debiéramos continuamente ir disminuyendo la dependencia terrenal, e ir aferrándonos del cielo.— Signs of the Times, 14 de agosto de 1884.
[Matutina para adultos “Desde el Corazón”]
1 comentarios:
The hub is located at the center of the wheel and surrounds the wheel's axle.
While the axle is fixedcarbon track wheeland bolted to the bike frame (at the dropouts or fork ends),
the hub turns the wheel around the axle through ysbike01 the use of ball bearings.
At the sides of the hub, just inside of where the axle connects to the frame,
hub flanges flare out to form flat disccyclocross framessurfaces that contain holes for the spokes.
Spokes are needed on a wheel to connect the rim to the hub, to provide support for the carbon wheel,
and to absorb forces (of both the road and the rider)track bikes framesexerted on the wheel.
However, unlike the spokes of a wagon wheel, bicycle spokes hold the wheel together through tension (by pulling in the rim)
not through compression (holding the rim in place). Tighter spokes make for stronger wheels.
Spokes are made of stainless steel and have nipplecarbon wheelsheads at the end for attaching to the rim and tightening.
At the hub, spokes attach to one of the hub flanges, alternating between right and left sides.
Wheels may have radial spokes, tangent or crossed spokes,
or a combination of the two. Radial spokes simply connect a point on the rim to a point on the hub and do not cross each other,
while the stronger tangential spokes wrap around the hub and connect to two points on the rim,
crossing other spokes in the process. Most bicycle wheels have between 20 and 36 spokes.
Publicar un comentario