“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” (Gál. 5:17: ver también Rom. 7:14-24). En tu propia vida, ¿cómo has experimentado la dolorosa realidad de estas palabras?
La lucha que Pablo describe se refiere específicamente al “tira y afloja” que existe en el cristiano. Los seres humanos nacemos con los deseos de la carne (Rom. 8:7) pero, cuando nacemos de nuevo por el Espíritu, surge un conflicto espiritual real (Juan 3:6). Los no cristianos también experimentan conflictos morales. Pero, aun ese conflicto es un resultado del Espíritu. La lucha del cristiano tiene una nueva dimensión, porque el creyente posee dos naturalezas que están en guerra entre sí: la carne y el Espíritu.
Los cristianos han anhelado siempre alivio de esa lucha. Algunos han procurado concluir el conflicto retirándose de la sociedad, otros pretenden erradicar la naturaleza pecaminosa por algún acto divino de gracia. Ambos intentos están mal orientados. Aunque el poder del Espíritu puede dominar los deseos de la carne, el conflicto lo llevamos con nosotros y continuará hasta que recibamos un cuerpo nuevo en la segunda venida de Cristo.
Cuando Pablo escribe en Romanos 7 acerca del conflicto interior en los cristianos, subraya la extensión de ese conflicto. Como poseemos dos naturalezas, estamos en ambos lados de la batalla al mismo tiempo. La parte espiritual desea lo que es espiritual y detesta la carne. La parte carnal anhela las cosas de la carne y se opone a lo que es espiritual. Siendo que la mente convertida es demasiado débil para resistir la carne, la única esperanza que tenemos de dominar la carne es hacer una decisión diaria de ponernos del lado del Espíritu contra la parte pecaminosa de nosotros. Por eso, Pablo insiste tanto en que debemos elegir andar en el Espíritu.
Por tu propia experiencia con la batalla entre estas dos naturalezas, ¿qué consejo le darías a alguien que está tratando de entender este conflicto inacabable con el yo?
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