diciembre 30, 2016

¿Con quiénes vivirás tu vida? | Matutina para Jóvenes 2016

“Más valen dos que uno” (Eclesiastés 4:9).

Tras haber completado su maravillosa creación, el Señor expresó abiertamente que “no es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18). No es posible disfrutar de la vida mientras actuemos como “islas” que flotan separadas del resto del mundo. Dios nos creó como entes sociales. La vida se disfruta más si tenemos gente con la que compartir nuestras alegrías y nuestras tristezas. ¿Ya sabes con quiénes vivirás tu vida?
La respuesta a esta pregunta incluye tres aspectos: 1) Tu familia inmediata; es decir, tus padres y tus hermanos. Elegir a tu familia no está en tu mano. Cuando naciste ya estaban ahí. De ese círculo no te puedes alienar bajo ninguna circunstancia. Lo que sí puedes decidir es 2) quiénes serán tus amigos y 3) quién será tu esposa o esposo.
¿Cómo saber quiénes son amigos de verdad? Una respuesta sencilla la aprendí con el cantante español Víctor Manuel. Los verdaderos amigos “nunca piden nada y siempre dan”. Así fue la amistad de David y Jonatán. Así es la amistad que Jesús te ofrece. Baltasar Gracián escribió en su obra cumbre, El criticón: “El que no tiene amigos no tiene pies ni manos, manco vive, a ciegas camina”, y que “cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene”. ¿Cómo son tus amigos?
Hay pocas decisiones tan significativas como la de elegir un cónyuge. Con esa persona vivirás la mayor parte de tu vida. Con ella dormirás ocho horas diarias y es la que te ayudará en la crianza de tus hijos. Con ella tendrás que sentarte a comer. ¿Te imaginas tener que estar cincuenta años de tu vida con alguien que no te gusta, que no comparte tus valores morales y espirituales, que no coincide con tu visión del mundo? ¡Eso sería un calvario! Y para calvarios ya es suficiente con el de Cristo. No creas eso de que tienes que casarte con tu novio/novia porque ya establecieron un compromiso. Los noviazgos se pueden romper en cualquier momento; los matrimonios…, dan muchos problemas cuando se rompen. Si no estás seguro, no te apresures a dar ese paso.
¿Te acuerdas de Job? Cuando le sobrevino la desgracia su mujer lo dejó y sus amigos no lo ayudaron. Su única esperanza era esta: “Yo sé que mi Redentor vive” (Job 19:25).

#EligeBienaTuPareja

#VISITAMIMURO
Por: J. Vladimir Polanco

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