“Acuérdate del sábado
para santificarlo. …Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el
mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto,
Jehová bendijo el sábado y lo santificó”. Éxodo 20:8,11.
No hay evidencia bíblica de que
Dios haya cambiado el día de reposo, ni ningún otro mandamiento de la santa
Ley. “Fieles son todos sus
mandamientos, Afirmados eternamente
y para siempre”. Salmo
111:7,8.
Sin embargo hoy hay quienes arguyen
que cuando se cambió el calendario civil, la semana fue alterada y en
consecuencia el sábado también fue cambiado.
Analicemos los hechos para ver que
tanto peso tiene este argumento.
En el año 46 a.C. el emperador
romano Julio César desarrolló un calendario de 365 y un cuarto días, que se
aproximaba mucho a la duración del año astronómico, (el tiempo que toma la
Tierra en dar la vuelta alrededor del Sol).
Este calendario tenía 365 días pero
incluía un día más cada cuatro años (la suma de ese cuarto día daba un año de
366 días). Este día se añadía en el mes de Febrero.
El calendario desarrollado por
Julio César se aproximaba mucho al calendario astronómico, pero no era preciso
porque el año astronómico no dura 365 días y 6 horas, sino que dura
aproximadamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
El calendario juliano tenía de más,
11 minutos y 14 segundos, que con el paso de los años, se convirtieron en horas
y días; ese desfase llegó a sumar unos 10 días para el siglo XVI.
En el año 1572, el Papa Gregorio
XIII vio que la Pascua una de las fiestas más importantes para la Iglesia
Católica no concordaba con las estaciones del año. El papa Gregorio XIII, asesorado
por el astrónomo jesuita Christopher Clavius decidió quitarle 10 días al
calendario.
Del jueves 4 de octubre de 1582
pasaría al viernes 15 de octubre de 1582. De esta manera el calendario
juliano dio paso al calendario gregoriano.
Quedando así.
Este cambio le quitó diez días al
año 1582 y al mes de octubre. ¿Y la semana no fue cambiada? NO, después del
jueves 4 siguió el viernes 15.
“Porque yo Jehová no cambio; por
esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.” Malaquías 3:6.
¿Y tú? ¿Has cambiado o necesitas
hacer cambios en tu vida?
Si retrajeres del sábado tu pie, de
hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de
Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu
voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en
Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la
heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado. Isaías
58:13,14.
0 comentarios:
Publicar un comentario