septiembre 08, 2015

Caminar hacia el amanecer | Matutina para Adultos 2015

“La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a toda la humanidad, y nos enseña que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:11-13).
José María Diez-Alegría, un teólogo católico progresista, afirma en su obra, Yo creo en la esperanza, que la religión de Jesús y los cristianos primitivos era un tipo de religión ético-profética en contraposición a la religión ontológico-cultualista de las grandes iglesias históricas, donde lo fundamental para redimir al creyente individual es el culto, sus formas litúrgicas y la práctica de los sacramentos. La religión ético-profética a la que este autor es proclive es la nuestra, la de los adventistas que vivimos esperando la venida del Señor. En ella, según Diez-Alegría, “se exige del hombre una realización de justicia y amor, un programa de preparación alentado por la palabra profética reveladora de verdades espirituales y morales. Es una religión mesiánica donde se anuncia y espera la venida de un libertador que intervendrá en nuestra historia cambiándola radicalmente”.
Vivir esperando es adoptar un determinado estilo de vida en el que la praxis y el pensamiento están orientados hacia delante y hacia arriba; como dice Pablo a Tito, es vivir sobria (con relación a nosotros mismos), justa (con relación a los demás) y piadosamente (con relación a Dios); es caminar hacia el amanecer de la futura mañana eterna. Esta actitud en la espera no es utópica, no es irracional o emocional, más bien, se funda en la promesa de la revelación.
Jesucristo es la garantía de la esperanza.
La demora nunca será frustrante, ni generadora de crisis, si mantenemos el sentido de la inminencia, si conservamos la noción de la provisionalidad (1 Cor. 7:29-31) si somos movidos por el énfasis de la urgencia y proclamamos en alta voz el mensaje del advenimiento, estableciendo prioridades (Rom. 13:11), si seguimos aplicando los principios de una reforma moral y espiritual en nuestras vidas (Luc. 21:34), si poseemos espíritu de fortaleza y perseverancia (Mat. 24:13) y, finalmente, si mantenemos el espíritu de oración. 
Por eso dice la Biblia: “Velad, pues, orando en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre” (Luc. 21:36).
Dentro de la espera del regreso del Señor hay muchos espacios de felicidad que Dios nos da para mantener vivo el gozo de ser creyentes.
Disfruta este día del gozo que produce en el creyente la bendita esperanza.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2015
Pero hay un DIOS en los cielos…
Por: Carlos Puyol Buil
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