septiembre 06, 2015

Dios responde todas las oraciones | Matutina para Mujeres 2015

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. Mateo 21:22
Me encontraba en Chicago, Estados Unidos, visitando a mi hijo. Su esposa había traído al mundo a una hermosa bebé. Mi suegra suele decir que para ninguna abuela los nietos son feos, y ¡yo no soy la excepción! Mi esposo y yo viajamos para conocerla.
Días antes de regresar a casa, hice una lista de cosas que deseaba comprar, entre ellas un artefacto para hacer panqueques y emparedados calientes, un reloj para mi hija, un par de lentes, y productos para la piel. Durante los quince días que permanecí en esa ciudad, no encontré ningún comercio que vendiera lo que buscaba.
Siempre confio en que el Señor me ayude a comprar lo que necesito, con las características de “las tres B”: bueno, bonito y barato. En algunas ocasiones, no encuentro nada que reúna esas cualidades, deseadas por toda mujer, pero después Dios me muestra que vale la pena esperar.
Había orado al Señor para que me ayudara en esa oportunidad; sin embargo, pasaron los días y, por más que me esforzaba en ir a las tiendas y buscar en Internet, no encontraba lo que deseaba.
Entonces llegó la víspera de nuestro viaje. Mi hijo había entrado en Internet para confirmar el vuelo y, para nuestra sorpresa, lo habían cancelado por causa de la nieve, así que tuvimos que quedarnos otro día más. Al día siguiente, cuando fuimos a cenar con mi esposo, de camino pasamos por un centro comercial para hacer un último intento. Y ¡Dios me sorprendió! Encontramos cada uno de los artículos que yo andaba buscando, e incluso más: un reloj para mí. ¡Todo en una tarde, cuando habíamos recorrido tantas tiendas durante varios días y ya me había dado por vencida! El Señor me contestó, y ¡con las “tres B”!
Reconocí una vez más que nuestro Padre se interesa por cada detalle de nuestra vida, aun los pequeños pues, si él tiene cuidado de las aves, cuidará también de ti. En estos momentos Dios ve tu necesidad, tu tristeza, tu preocupación, tus problemas y, también, tu alegría y tu prosperidad. Apresúrate. Preséntale lo que anhelas. Él te responderá, porque te ama como a la niña de sus ojos.— Lidia de Gómez.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2015
Jardines DEL ALMA
Recopilado por: DIANE DE AGUIRRE
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