“Cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros”. Romanos 15:24.
Considero que el apóstol Pablo es un testimonio viviente del poder transformador de Dios. Siempre admiré la dedicación y emoción que él ponía en cada cosa que hacía. Siempre tenía a la vista su misión. Al estudiar la vida y obra de Pablo, mi mente quedó impregnada con su afán por llevar el evangelio a los gentiles. Elena G. de White lo dice en estos términos: “Durante su estada en Corinto Pablo tuvo tiempo para vislumbrar nuevos y más extensos campos de servicio. Pensaba especialmente en su viaje a Roma.
Una de sus más caras esperanzas y acariciados planes era ver firmemente establecida la fe cristiana en la gran capital del mundo conocido. Ya había una iglesia en Roma y el apóstol deseaba obtener la cooperación de sus miembros para la obra que debía hacerse en Italia y otros países. A fin de preparar el camino para sus labores entre aquellos hermanos, muchos de los cuales él todavía desconocía, les escribió una carta anunciándoles su propósito de visitar a Roma y su esperanza de enarbolar el estandarte de la cruz en España” (Los hechos de los apóstoles, cap. 35, p. 278).
Me pregunto por qué Pablo no llegó a España; por qué no llegó en ese momento el mensaje a esas personas, si el objetivo y las intenciones de Pablo eran buenas y concordaban con la gran misión de llevar el evangelio a todo el mundo. ¿Por qué llegó como prisionero a Roma, su ciudad natal, y Dios permitió que muriera allí? No sé si Pablo lo entendió, pero en mi vida pasaron cosas que nunca entendí. Lo que sí entendí es el amor de Dios por mí.
Dios siempre estuvo allí para rescatarme y perdonarme. Hoy mi campo misionero es mi hija, a la cual me dedico tiempo completo. Deseo para ella una vida llena de experiencias con Dios. Que el Señor la lleve a Roma, aunque ella quiera ir a España, es decir, que Dios haga su voluntad en ella y también en mí.
Querida amiga, digámosle hoy al Señor: “Me gustaría mucho llegar a España, pero si es tu voluntad que me quede en Roma, quiero cumplir la misión que me confiaste. No entiendo todo lo que me sucede, pero sé que cuento contigo”.
Tania Esther Sánchez de Cuéllar, Perú
ECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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